¿Una falda Zara por $659 USD? Es posible. Recientemente, Uniqlo se apoderó de las redes sociales con un bolso de 20 dólares que cambió las reglas de The Lyst Index. El fast fashion irrumpió -por primera vez- en la plataforma que clasifica y posiciona a las marcas y sus productos según popularidad, demostrando cómo la moda está cambiando. Por supuesto, el fast fashion ha sido duramente criticado, ya sea por su impacto medioambiental o por la sobreexplotación laboral que se esconde detrás de sus fábricas. Hombres y mujeres trabajando en precarias condiciones y hasta niñas y niños siendo empleados para fabricar prendas que en menos de una temporada serán desechadas. Los conglomerados detrás de la moda rápida han tomado medidas al respecto o, al menos, han buscado reducir, por ejemplo, su huella de carbono con supuestas prendas sustentables, de algodón orgánico, materiales reciclados o mediante el lanzamiento de aplicaciones como Zara Pre Owned. En otras palabras, greenwashing.

Como sea, han tratado de desligarse del fast fashion y en ese aspecto, Zara ha lanzado su tercera colección ‘Atelier’. Algo así como Zara Alta Costura -por supuesto, resguardando las proporciones-. En esta oportunidad, el esplendor ‘couture’ de la marca insigne de Inditex ha sido capturado por el prestigioso fotógrafo británico, Nick Knight, quien plasmó la belleza y la elegancia de ‘La Falda” en una iteración de imágenes, donde, por supuesto, las faldas son las protagonistas. Precisamente, la entrega está inspirada y dedicada a esta prenda, con seis creaciones cuyos precios van desde los 349 y hasta los 659 dólares, y que, además, narran la historia detrás de esta emblemática silueta. “Zara Atelier nace como un proyecto que quiere dar rienda suelta al potencial de creatividad de Zara a través de la artesanía y un diseño único e innovador”, comentaron desde la marca que ha retado a su equipo creativo a “desarrollar una colección centrada específicamente en una tipología de prenda”.

Cortesía Zara

Las colecciones ‘Atelier’ pasadas exploraron los abrigos y los vestidos, pero en el turno de la falda, la imaginación y creatividad se desglosan sin límites, plasmándose en seis modelos de faldas que han sido producidas en cantidades limitas. En tanto, sus procesos de elaboración responden a los estándares más altos de la marca, dando como resultado una “colección-cápsula que desafía cualquier enfoque normativo y convencional del armario femenino”. A la vez, “una propuesta innovadora que potencia la excepcionalidad y la personalidad única de quienes se atrevan a experimentar con ellas”, explicaron desde la firma que, por lo demás, busca elevar su categoría mediante una decidida estrategia. Propuestas arraigadas en la atemporalidad y que se acentúan en la artesanía como principio generador. Sin duda, la línea más exclusiva y dedicada de Zara, pero aun así, fast fashion.

Cortesía Zara