La experimentación como punto de partida y el denim como el complemento perfecto. Cada look de la colección Otoño 23 de Y/Project es una muestra de la artesanía innata de Glenn Martens, su director creativo. Pantalones deconstruidos, vestidos, abrigos y camisas plisadas fueron confeccionados desde la idea de querer tantear y sentir un nuevo concepto que está enraizado en la creatividad y las ansias de presentar prendas innovadoras. Por ello, todo lo que era de mezclilla parecían piezas escultóricas para el día a día que se inclinan por la naturaleza de la provocación y confirman una vez más que Martens es el maestro de este material. Uno que es capaz de construir una narrativa que posiciona el streetwear como elegante, pero casual.

“La idea de esta marca es reinventar las técnicas, la construcción y experimentar tanto como sea posible. Eso es lo que nos gusta hacer”, comentó el diseñador. Cada atuendo del lanzamiento es un reflejo de ello, que, además, son combinados con “letras llenas de dolor” y “elementos de serenidad y solemnidad” tal como se lee en las notas de la colección. En otras palabras, la entrega de Glenn Martens va mucho más allá de presentar piezas estéticamente bonitas. Toda su campaña tiene un mensaje y lo plasma en la realidad a través de siluetas dramáticas que nacen desde la sencillez de la mezclilla. Incluso y con las ansias de discutir sobre la individualidad, algunos de los vestidos están construidos con capturas de pantalla de películas para adultos. Demostrando una vez más la ironía de Martens y el poder transformador de la moda.

Cortesía Y/Project

La esencia libre, divertida y experimental de Y/Project se ve reflejada en cada uno de los atuendos de esta colección. Pantalones holgados con botas incorporadas, chaquetas de denim deconstruidas. O vestidos con estampados que nos recuerdan a la colaboración de Martens con Jean Paul Gaultier Alta Costura, pero que aun así no tienen ninguna relación. Sea el que sea, todos defienden y enaltecen la despreocupación al momento de vestir y se enfocan en la libertad de la individualidad.

Cortesía Y/Project