VIKTOR & ROLF: 30 AÑOS DE REBELDÍA
Por ANDREA COVA M. - noviembre 8th, 2023Treinta años en la industria. Treinta años de rebeldía. Treina años de alta costura. Cautivar la imaginación como una constante y la conceptualidad como base de todas sus colecciones. Imaginar la moda desde una perspectiva que enaltece la fantasía, el arte y lo poco convencional es, también, una forma de crear obras artísticas, porque transciende la función utilitaria de la ropa y, más bien, se concentra en una creatividad tan pura que es capaz de plasmar lo abstracto en telas que visten un cuerpo. Así, con esta complejidad de la indumentaria, Viktor Horsting y Rolf Snoeren construyeron una de las firmas más potentes del último siglo. A diferencia de otras biografías, ambos diseñadores se conocieron mientras estudiaban en la Academia de Moda de Arnhem, en Holanda, en 1988. “Estábamos en la misma clase. A ambos nos gustaba lo que hacía el otro y, sin embargo, no empezamos a trabajar juntos hasta después de dejar la escuela”, recuerda Horsting. Desde muy pequeños demostraron un interés y facilidad innata por el ejercicio, pero con una concepción que se alejaba de lo tradicional y encuentra en el surrealismo una nueva estructura de ejercer moda. Y aquel encuentro, que parecía casual, hoy se traduce en una firma que celebra su 30 aniversario.
Una de las tantas ventajas de la industria es crear a partir de la imaginación. Se trata de iniciar desde cero un proceso y darle una realidad a lo que solo vive en la mente. Plasmar en el plano físico lo que nació desde un pensamiento, emoción o concepto es una de las cualidades más precisas de la indumentaria y, sobre todo, porque no existen reglas que limiten esa creación o, por lo menos, así es para Viktor y Rolf. “Los dos nos hemos criado en ciudades pequeñas y muy aburridas. Sitios en los que no había nada que hacer. En ese contexto, la moda era un mundo de sueños. Esas pocas fotos que veías en las revistas, las imágenes de los desfiles de París, resultaban enormemente poderosas”, menciona Snoeren. Y bajo esa concepción han construido 30 años de rebeldía, pues sus diseños son una oda a la capacidad de innovación y la filosofía de transgredir los códigos tradicionales, con el fin de crear los suyos propios.
Cortesía Viktor & Rolf
EL INICIO
En 1993 presentaron su primera colección en un concurso en la costa azul francesa. Se trataba de una entrega sombría, donde los modelos llevaban los ojos vendados y lucían piezas con siluetas desproporcionadas. Con solo 23 años ganaron y sus nombres empezaron a sonar en los oídos de los expertos. Esa primera presentación solo fue un aperitivo de todo el talento que sembraban. Su filosofía de entrelazar la moda y el arte en un mismo espacio es una de las tantas razones que posicionan a la dupla de holandeses como una referencia constante de cómo es la moda, bajo una visión que se aleja de lo comercial y solo se concentra en términos vanguardistas. Sus diseños desdibujan los límites entre lo que puede o no lucir una persona, más bien, tratan el cuerpo como lienzo, y las telas y materiales innovadores como las herramientas para pintar sobre él. Es una relación estrecha. De hecho, su primera tienda ubicada en Milán estaba decorada al revés: el suelo era el techo y el techo era el suelo. Y es que todos sus códigos son la definición de surrealismo.
La carrera de ambos ha estado marcada por hitos que presentan la moda como un tipo más de arte. Para Viktor y Rolf no existen diferencias, incluso, pareciera que una no pudiese existir sin la otra. Y durante sus 30 años se han dedicado a construir y reforzar lo conceptual. Es un asunto filosófico que entrelaza varios elementos y entrega una versión modernizada sobre la industria. Por ejemplo, para su presentación Otoño- Invierno 1999 solo necesitaron una modelo para presentar la propuesta. Los mismos diseñadores vestían y desvestían a la protagonista como si se tratara de una muñeca, pues la premisa era la exclusividad y todo giraba alrededor de un solo clóset: para una persona. Y, aunque se cree que el objetivo de todo diseñador es vender, los holandeses entregan sus piezas a museos con la intención de exhibirlos. De hecho, mencionan que “al principio necesitábamos hacer cosas que no fueran ropa para poder dar dos pasos atrás y mirar el mundo de la moda desde ahí. Pero cada vez nos enfocamos más a lo que es realmente moda. Cada vez somos más parte de ella”.
DEL CONCEPTO A LA REALIDAD
Desde sus inicios buscaban centrarse en la alta costura, por ello, lo hicieron desde los primeros años y se alejaron de lo comercial. Sin embargo, en el 2000 iniciaron un camino en las colecciones de prêt-à-porter, pero siempre con una mirada que se centra en su filosofía, que cuestiona la moda actual: “Hacemos algo y después vamos en la dirección opuesta”, asegura Snoeren… CONTINÚA LEYENDO EN ISSUE #52 SUSCRÍBETE AQUÍ.
Cortesía Viktor & Rolf
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