Es la primera vez que la firma energética sueca, Vattenfall, se sumerge en el mundo de la belleza. El resultado es increíble y va de la mano con la modelo y activista por el medio ambiente Cara Delevingne. Con sede en Luleå, al norte de Laponia, la planta de energía produce acero y trabaja de una forma particular. Utiliza hidrógeno libre de fósiles en lugar de carbón, lo que emite un subproducto de agua, en lugar de dióxido de carbono. Para entenderlo mejor, hablamos de aguas residuales industriales, que son tratadas y envasadas hasta ser convertidas en una exquisita bruma facial. Este trabajo busca generar un impacto en el uso de combustibles fósiles, con emisiones limpias que incluso pueden aplicarse en el rostro.

Detrás de esto, hay un gran equipo. Por un lado, el fabricante de acero SSAB y la empresa minera LKAB. El resultado creado a base de aguas residuales tiene un gran potencial y su principal objetivo es un futuro más sostenible y la transición ya ha comenzado. Es justamente la industria del acero que produce el siete por ciento de las emisiones totales de dióxido de carbono en el mundo, y por esto, los ojos están puestos sobre ella. Datos que la modelo británica conoce a la perfección y que ha defendido frente a su comunidad. En este nuevo proyecto juega un rol importante y clave para crear conciencia y ser el cambio que la industria necesita. “Si es necesario aplicarme emisiones en la cara para difundir el mensaje, estoy dispuesta hacerlo”, dijo Delevingne.

Cortesía Vattenfall

La producción escénica dio justo en el clavo mostrando a Cara con un vestido de seda color celeste, en lo que parece ser el interior de la industria energética y donde resalta el plateado del acero en cada rincón. La campaña de sustentabilidad ha recorrido todo el mundo a través de redes sociales. A pesar de que la intención de Vattenfall no es entrar al mundo de la belleza, tienen muy claro cuál es el verdadero propósito. El Industrial Emissions Face Mist no está a la venta, aunque están preparando nuevas ediciones limitadas que serán regaladas a la comunidad. Y tú ¿usarías esta bruma del futuro?

Cortesía Vattenfall