Las casas de moda de alta gama poseen una cualidad única: no solo siguen las tendencias, sino que a menudo las dictan. Sus accesorios y prendas, lejos de ser efímeros, trascienden el tiempo con una elegancia atemporal que las convierte en referentes permanentes. Un ejemplo paradigmático es el legendario bolso Lady Dior, que vuelve a reinventarse con una nueva perspectiva en la serie fotográfica Lady Dior Around the World. A través del lente de la talentosa Brigitte Niedermair, el icónico accesorio es capturado en tres capitales de la moda —París, Londres y Nueva York—, en un diálogo entre historia, arquitectura y modernidad. Desde su creación en 1995, Lady Dior ha sido sinónimo de excelencia artesanal, evolucionando bajo la dirección creativa de Maria Grazia Chiuri con nuevos formatos como el Lady D-Lite y el Lady D-Joy, que incorporan innovaciones en texturas y estampados. En esta serie, cada imagen celebra su sofisticación atemporal, integrándolo en paisajes urbanos que reflejan su capacidad de adaptación sin perder su esencia.

El viaje comienza en París, cuna de Dior y epicentro de la alta costura. Frente a la imponente Torre Eiffel, Lady Dior se alinea con las líneas arquitectónicas del monumento, estableciendo un sutil paralelismo con su icónico patrón de cannage. Aquí, la tradición y la innovación convergen, resaltando la dualidad entre el legado de la Maison y su continua reinvención. La siguiente parada es Londres, una ciudad que mantiene un vínculo especial con este bolso gracias a Lady Diana, quien en 1995 lo convirtió en su accesorio insignia. En este escenario, Lady Dior es retratado con una estética que equilibra el refinamiento clásico con un espíritu audaz y vanguardista, evocando la elegancia innata de la princesa y su inquebrantable modernidad.

Cortesía Dior 

El recorrido concluye en Nueva York, donde la creatividad y la libertad se expresan sin límites. Fotografiado bajo la mirada de la Estatua de la Libertad, el bolso reafirma su estatus como un símbolo de sofisticación contemporánea. Es aquí donde se manifiesta su carácter audaz y cosmopolita, reflejando la energía vibrante de la ciudad que nunca duerme. Con esta iniciativa, Dior no solo rinde homenaje a su legado, sino que demuestra su capacidad inigualable para reinterpretar la elegancia en cada época y contexto. Lady Dior sigue siendo mucho más que un accesorio: es una muestra del ADN de la firma, un emblema de savoir-faire y una pieza que, sin importar el tiempo o el lugar, siempre encuentra su espacio en el mundo de la moda.

Cortesía Dior