Una boutique de ensueño ha llegado al número 15 de la Rue du Faubourg Saint-Honoré en París: la nueva tienda insignia de Alaïa. Ubicada en una de las calles más icónicas de la alta costura francesa, este espacio es, hasta ahora, la tienda más grande que la marca ha abierto en todo el mundo. Diseñada por los reconocidos arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryūe Nishizawa, fundadores de la agencia SANAA, en colaboración con Pieter Mulier, director creativo de Alaïa desde 2021, la boutique presenta una estética sofisticada con una paleta de colores suaves. Inspirada en “segundas pieles”, evoca siluetas esculturales y envolventes que celebran la figura humana.

El edificio cuenta con siete pisos de infraestructura, concebidos bajo una estética minimalista en tonos nude. Las piezas, exhibidas como auténticas obras de arte, se presentan en podios que resaltan su diseño. La planta baja está destinada a ropa y accesorios, mientras que una elegante escalera de caracol conecta con una sala que puede transformarse en un espacio privado. En niveles superiores, se encuentra una cafetería gestionada por Sant Ambroeus, que ofrece un menú contemporáneo y asegura una experiencia culinaria de alta calidad. En cada rincón de la tienda, se pueden admirar esculturas y obras de artistas como Ron Arad, Philippe Malouin y Diamond Stingily, reforzando el carácter artístico del lugar.

El diseño transparente y tubular de los espacios refleja la esencia de Alaïa y su incomparable artesanía. Los espejos y las alfombras en tonos rosa empolvado aportan un aire etéreo, casi de ensueño. Entre sus 5.400 pies cuadrados y sus múltiples salas, también se encuentra un área de lectura destinada a quienes buscan una experiencia más introspectiva. La renovación, que tomó tres años y medio en transformar lo que anteriormente pertenecía a Lanvin, ha sido un proyecto que superó las expectativas. Pieter Mulier declaró: “La tienda significa un lugar donde la moda, el arte, el diseño y la arquitectura dialogan; un mundo en el que uno entra y siente como si el tiempo se hubiera detenido. Es, en mi opinión, un reflejo del punto de vista único de Alaïa, uno que trasciende la moda en su sentido más convencional”.