El Carrousel du Louvre se transformó en un laboratorio de ambigüedades el 7 de marzo, cuando Issey Miyake presentó su colección Fall-Winter 2025. Titulada “[N]either [N]or”, la propuesta no fue simplemente un desfile de moda, sino una exploración audaz de cómo la ropa puede desafiar las percepciones, jugar con las formas y convertirse en arte. Satoshi Kondo, el director creativo de la casa japonesa, tomó inspiración del artista conceptual Erwin Wurm y su serie “One Minute Sculptures”, creando un espectáculo que borró las líneas entre la moda, el arte y la performance.

El ambiente fue una mezcla de surrealismo y elegancia. Esculturas gigantes, envueltas en tejidos característicos de Miyake, dominaban el espacio, mientras bailarinas con movimientos fluidos y coreografías inesperadas preparaban el terreno para lo que sería un desfile lleno de sorpresas. Las prendas no solo se mostraron, sino que interactuaron con el cuerpo de las modelos, creando un diálogo constante entre forma y función.

Cortesía Issey Miyake 

La colección, compuesta por 50 looks, se estructuró en cuatro pilares temáticos: Abstract Concrete, Body Object, Nature Fabrication y Clothing Sculpture. Kondo exploró la ambigüedad como concepto central, presentando prendas que desafiaban las normas de la vestimenta tradicional. Mangas convertidas en accesorios, cortes asimétricos y blazers sobredimensionados sobre camisas retorcidas fueron solo algunos de los elementos que capturaron la atención. Bufandas gigantes y jerséis con bolsillos en colores primarios añadieron un toque de irreverencia, mientras que vestidos abombados con rayas verde azulado cerraron el desfile con una ovación. Las prendas, llevadas de manera deliberadamente “incorrecta” desafiaron la idea de lo que significa vestirse.

Issey Miyake ha sido siempre sinónimo de innovación y esta colección no fue la excepción. Desde sus icónicas técnicas de plisado hasta su compromiso con materiales reciclados, la marca ha redefinido constantemente la moda. “[N]either [N]or” no solo celebra el legado de su fundador, sino que también reafirma su lugar como pionero en una industria que a menudo se resiste al cambio. Esta no fue solo una colección; fue una mención a que la moda puede ser arte, juego y reflexión, todo al mismo tiempo.

Cortesía Issey Miyake