Reconocido mundialmente por su audacia y elegancia, no solo ha dejado una huella en la moda, sino que también ha redefinido el concepto de alta gama  contemporánea. Su enfoque distintivo combina el glamour clásico con un toque moderno y provocativo, capturando la atención de todo aquel que disfruta de la moda. Tom Ford se distingue por su capacidad para fusionar la artesanía tradicional con una estética atrevida y sensual. Su enfoque en prendas bien cortadas y materiales de alta calidad se complementa con un sentido innato de la provocación, haciendo que cada una de sus creaciones sea una declaración de poder y sofisticación.

La firma mantiene su coherencia en su visión creativa, pues se trata de una fusión única de elegancia clásica y sensualidad contemporánea. Y la última colección Resort 25 es la representación de lo conceptual expresado en diseños de alta calidad. El director creativo Peter Hawkings, se ha encargado de mantener vigente el legado del fundador de la maison y para esta propuesta, utilizó las minifaldas, trajes de pantalón ajustados y caftanes con aberturas hasta la cadera como la declaración de la mujer contemporánea, una que es atrevida por lo que luce y al mismo tiempo mantiene la elegancia como un pilar fundamental.

Cortesía Tom Ford

Esta nueva colección fue fotografiada con la intención de remontar al exquisito trabajo de Ford en Gucci. Pues se trata de un homenaje desde otra perspectiva hacia lo que Ford construyó hace algunos años. Por ello, la entrega presenta piezas reveladoras, ceñidas al cuerpo con telas sofisticadas que mantienen el encanto de la elegancia. Mientras, al mismo tiempo, construye una narrativa diferente que enaltece su propia herencia caracterizada por los excesos y el escapismo. Hawkings se ha encargado de continuar en la exploración de la feminidad moderna con siluetas estructuradas, tejidos de alta calidad y detalles dramáticos y el Resort 25 es un ejemplo más.

Cortesía Tom Ford