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THOM BROWNE FALL 2025: UNA PASARELA ONÍRICA Y MAXIMALISTA

Por María Jesús Sielfeld - febrero 14th, 2025

Si alguna vez te has preguntado cómo sería caer por la madriguera del conejo de Alicia, pero con un giro sartorial, Thom Browne te dio la respuesta en su desfile Fall 2025 durante el New York Fashion Week. Con 2.000 pájaros de origami flotando en el aire y dos ornitólogos contemplando la escena desde un escritorio, el diseñador estadounidense nos invitó a un viaje onírico donde la moda no se limita a vestir cuerpos, sino a contar historias. Y vaya si lo hizo. Desde el primer momento, quedó claro que este no sería un desfile cualquiera: era una experiencia que desafiaba los límites de lo posible.

La colección, presentada en The Shed de Hudson Yards, fue una oda a la libertad, inspirada en la figura de los pájaros y su simbolismo. Browne, conocido por su capacidad para transformar lo cotidiano en extraordinario, llevó esta idea al extremo. Las modelos, descritas como “visitantes de otro mundo”, desfilaron con abrigos tipo capullo, chaquetas extralargas y faldas que parecían moverse por sí solas. Cada prenda era una obra de arte, con detalles como bordados de garzas surrealistas, urracas de hilo de oro y cristales de Swarovski que brillaban como joyas. El vestido trampantojo, compuesto por 3.500 cristales, fue una de las piezas más impactantes, replicando el icónico uniforme de Browne con una precisión que dejó a todos boquiabiertos.

Cortesía Thom Browne

Pero no todo fue maximalismo. Browne también jugó con proporciones inesperadas, como chaquetas triangulares sobre mallas y labios pintados en forma rectangular, recordándonos que la moda no tiene por qué ser convencional para ser fascinante. Los tejidos clásicos, como el tweed y la seda, se reinventaron con pliegues inspirados en el origami y siluetas que parecían desafiar la gravedad. Cada detalle, desde los bordados de pájaros hasta los cristales de Swarovski, estaba cuidadosamente pensado para crear una narrativa visual que transportaba al espectador a un mundo donde la sastrería se convierte en arte. Los bolsos Hector, con su forma de perro salchicha, añadieron un toque de humor y familiaridad a un desfile que, de otro modo, podría haberse sentido como un sueño surrealista. Estos accesorios, junto con los zapatos Oxford y las pestañas de plumas, completaron looks que eran a la vez extravagantes y meticulosamente elaborados, demostrando que Browne no deja ningún detalle al azar.

El gran final lo protagonizó una modelo con un blazer gris bordado en hilo de oro y una falda de tweed que parecía flotar con cada paso. Fue el broche perfecto para un desfile que nos mantuvo suspendidos en el aire, literal y metafóricamente. Browne no solo nos mostró prendas; nos regaló una experiencia que nos recordó que la moda puede ser un vehículo para la fantasía y la libertad. En sus propias palabras, esta colección fue un “símbolo de esperanza”, una invitación a ser libres para expresarnos exactamente como queremos, sin preocuparnos por el ruido externo. En un mundo donde la moda a menudo se reduce a lo comercial, Thom Browne sigue siendo un faro de creatividad. Su desfile Fall 2025 no fue solo una exhibición de ropa; fue una invitación a soñar, a imaginar y, sobre todo, a creer que lo imposible puede materializarse. Y si alguien puede hacerlo realidad, sin duda, es él.

Cortesía Thom Browne

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