¿Alguna vez has escuchado hablar del efecto del vestido rojo? ¿sabías que un buen vestido rojo puede tener mucho poder? Este color está muy ligado al deseo y la atracción, por lo que cuando una mujer viste una pieza de este tono, tiende a ser percibida más atractiva sexualmente. Constantemente se usa en la moda el rojo para representar pasión y lujuria, como por ejemplo sucede con los Red Sole Stilettos de Louboutin.

En la psicología del color, el rojo representa confianza, energía e independencia, asimismo, en la cultura china es visto como símbolo de buena suerte y amor feroz. Hay varios motivos que pueden explicar la razón de este efecto. Biológicamente, el rojo se asocia a la fertilidad femenina, ya que en los primates ocurre un aumento de estrógeno que les enrojece la piel. A partir de esto, se afirma que en los humanos ocurre algo similar en el subconsciente. Existe la creencia de que las mujeres ya en el año 10.000 a.C, ocupaban el equivalente al labial rojo de la época, demostrando un acondicionamiento social.

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Un estudio de Pazda evidenció que las mujeres que visten prendas rojas son consideradas más atractivas. De esta misma forma, un estudio de Elliot demostró que los hombres también son percibidos más atrayentes cuando están de este color. Adam Pazda, el psicólogo de la Universidad de Rochester en Nueva York que dirigió el estudio comentó que: “Vestir de rojo puede ser un arma de doble filo (…) Las mujeres pueden estar recibiendo atención sexual que no quieren”. A lo largo de la historia hemos visto miles de vestidos icónicos, como el que llevó Audrey Hepburn en Funny Face, el de Vivien Leigh en Gone with the Wind, o el de Brigitte Bardot en La Parisienne. Todas estas siluetas tienen algo en común: el impacto que causaron en la sociedad. Un efecto poderoso que, sin duda, dejo un legado que se mantiene hasta la actualidad.

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