Ubicado en el corazón del barrio Soho, en Nueva York, es un espacio que calma, te aterriza y sorprende. Y no solo eso, te envuelve con su envidiable biblioteca o con el discreto, pero original diseño de interiores del francés Christian Liaigre, mientras se conserva el look del emblemático edificio construido en el renacimiento. Un hotel sumamente privilegiado en su localización y que, para sorpresa de muchos, esconde un potente secreto en su séptimo piso.

Las boutiques de diseñadores, las tiendas exclusivas y las galerías de arte de primer nivel hacen del barrio SoHo, en Nueva York, un destino principal para los extranjeros y para aquellos que lo han convertido en su hogar durante años. Conocido por sus elegantes fachadas de hierro fundido, el sector también es un telón de fondo atmosférico para los restaurantes de alta gama y lugares de vida nocturna. Durante el día, los vendedores ambulantes salpican la acera y un desfile de la gente más elegante de la ciudad pasea por sus calles empedradas. Y ahí, en medio de todo, está The Mercer. Un hotel con magia y encanto. Situado en la intersección entre Mercer y Prince, The Mercer es el primer hotel loft de Nueva York, que captura toda la esencia de la zona. Cabe decir que los lofts son un fenómeno original del SoHo, cuyos pioneros fueron los artistas de los años 60 que ocuparon los muchos almacenes abandonados del barrio. Y es que ahí la vida consiste en mucha luz natural y en dejar la arquitectura original intacta, y en The Mercer los ladrillos se ven, las ventanas son de tamaño industrial y las columnas de hierro van del suelo al techo.

Cortesía The Mercer

El estilo que Christian Liaigre -diseñador de interiores y arquitecto francés, fallecido en 2020- desarrolló en el hotel es simple, elegante y minimalista, siempre conservando discretamente el espacio que se encuentra dentro de un edificio emblemático del Renacimiento, construido en 1890 por John Jacob Astor. Un lugar que denota elegancia, sutileza e intimidad. Tal como se definen: “Somos un hotel y hogar”. Y es que, además, es uno de los pocos en Nueva York que presume suelos de madera y, cómo no, el sobrio mobiliario de Liaigre es adecuadamente discreto. “La decoración no debe ser una moda” -reveló Liaigre- y The Mercer ofrece elegancia y confort en un entorno de sutil exclusividad contemporánea, donde las ráfagas se benefician de todas las comodidades.

ESPACIOS PARA RECORDAR

Al entrar al lobby se encuentra una histórica biblioteca, mientras de fondo resaltan las mamparas de piel clara, alfombras turcas desgastadas, bancos de cuero y mesitas de café bajas ovaladas. Un lugar de encuentro para tomar un café o disfrutar de una vibrante lectura. Sus 74 habitaciones, distribuidas en seis pisos, han hospedado a todo tipo de figuras importantes, desde la moda y el cine, pasando por la música, la gastronomía y el arte. Su localización -a cinco minutos a pie del parque Washington Square y de la zona de Little Italy- es lo que atrae a los visitantes en una zona privilegiada de Nueva York, que conecta con rapidez a infinitas atracciones de la Gran Manzana. Entre sus más recientes …. CONTINÚA LEYENDO EN ISSUE #50 SUSCRÍBETE AQUÍ.

Cortesía The Mercer