La industria de la moda es un mundo de realidades paralelas y algunas de estas no muy amigables. El fotógrafo Terry Richardson es un claro ejemplo de ello, al ser un artista que se destacó por trabajar con grandes firmas de alta gama y celebridades a comienzos del 2000, pero también por su peculiar estética fotográfica,  muchas veces tildada de sórdida. 

Terry Richardson es un fotógrafo de moda, que tuvo sus años de gloria durante el inicio del Siglo XXI. A lo largo de su carrera llegó a retratar a Rihanna, Miley Cyrus, Cara Delevingne, Chloë Sevigny o Kim Kardashian, incluso fue el fotógrafo de campañas para Yves Saint Laurent, Tom Ford, Marc Jacobs, entre otras firmas. El protagonismo de las fotografías de Terry lo tenía el lenguaje fotográfico, por medio de imágenes con desnudos e insinuaciones explícitas, lo cual causaba bastantes críticas de la opinión pública y revuelo en los medios de comunicación.

En la última década, Richardson se vio envuelto en varios escándalos sexuales, ya que en 2010 las modelos Jamie Peck y Rie Rasmussen hicieron publicó su relato de acoso sexual por parte de Terry. Hasta 2014, el disparador del flash sórdido siguió desempeñánsode en la industria de la moda sin consecuencia alguna en su carrera, pero ese año se desarrolló un movimiento en su contra llamado #NoMoreTerry, el cual tuvo bastante repercusión y se vio obligado a defenderse de las acusaciones. En 2016, Conde Nast y algunas firmas como Valentino y Bulgari afirmaron que no volverían a trabajar con Richardson.