SPRAY ON: QUÍMICA, MODA Y FUTURO
POR BÁRBARA GUISTI - octubre 7th, 2022
Innovador y revolucionario. Así fue como catalogaron la presentación de Coperni en la Semana de la Moda de París, luego de que Bella Hadid fuera rociada en vivo y en directo por una desconocida solución blanca que en solo minutos se convirtió en un delicado y sublime vestido blanco. Pero detrás de ese espectáculo existen cientos e incansables intentos por avanzar en materia textil, que no solo suponen una atractiva forma de crear prendas. El impacto que apunta la tendencia Spray On podría convertirse en la nueva dirección de la industria de la moda y hasta ser una amenaza. Manel Torres es el español y genio que trajo a la pasarela parisina el invento más revolucionario que se haya visto en dicho evento.
El excesivo uso de recursos naturales y materias primas que se utilizan para crear la ropa, fueron la motivación para el español. En busca de una solución a esta problemática decante y aún presente en la industria, se acercó a lo que parece ser una alternativa completamente posible para lanzar al mercado. Consiste en una tecnología de fibras cortas que van unidas con polímeros y biopolímeros disolventes, que se evaporan al entrar en contacto con el aire. En el caso de Hadid, bastó que la sustancia tocara su piel para comenzar a tomar forma. Una perfectamente moldeada y resistente, incluso para caminar sobre la pasarela. ¿Puede ser este el futuro de la moda sustentable?
Fabrican Ltd, es la compañía con sede en Londres donde se ha patentado el aerosol. Uno que no sólo ha sido aplicado en el mundo de la moda, sino que también en productos de salud, construcción, envoltorios y, aunque no lo creas, no es nueva. Han sido años de experimentos que podrían cambiar la historia de la creación textil, con un impacto mil por ciento menor al que se reconoce actualmente. No sólo hablamos de contaminación de las aguas, o de rellenos sanitarios, sino también del impacto que tiene en las precarias condiciones evidenciadas en las industrias textiles, sobre todo en el medio oriente asiático. Se suma que los diseñadores podrán tener la libertad de crear prendas únicas e irrepetibles, como una segunda piel. Extremo, pero perfectamente posible.
Cortesía de Coperni
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