Los paradigmas en cuanto a beauty cambiaron radicalmente durante el 2020 y bajo la premisa de less make up and more skin care, los maquillajes de acabado natural y las rutinas de cuidado facial se ha transformado en tendencias que no pretenden irse. Para lograr estos aspectos naturales usando una mínima cantidad de maquillaje, es necesario tener una piel radiante, un objetivo que no es fácil de conseguir y que requiere de constancia, disciplina y por supuesto, de conocer nuestras dermis.

Durante el último periodo, han surgido muchas alternativas para tratar los distintos aspectos de nuestra piel, y entre estas opciones se encuentran los aceites faciales. Un producto que por mucho tiempo fue excluido de las rutinas de belleza, debido a la creencia de que producían una mayor cantidad de sebo facial, una teoría que, gracias a estudios reciente se ha logrado ser desmitificada, permitiendo que los óleos entren sigilosamente en nuestros neceseres.

Si bien hay al menos un óleo facial para cada cutis, existe uno de origen natural que es útil para todas las personas sin importar su edad, ni si su piel es mixta o grasa, seca o sensible. Hablamos del aceite de jojoba. Un esencial que nace de las semillas de la Simmondsia Chinensis, una planta que crece en el Desierto de Sonora, entre la frontera de Estados Unidos y México, cuyas propiedades conquistan las rutinas de skin care.

El aceite de jojoba es uno de los óleos con mayor cantidad de antioxidantes, algo que le permite crear una barrera protectora parala cara, evitando que se escape la humedad de esta y a la vez, la prepara y protege de los productos que se apliquen posteriormente. Un hidratante extremo, que de acuerdo con la dermatóloga neoyorquina Dendy Engelman, “permite restaurar la piel seca, mientras que la ayuda a combatir los radicales libres”. Así también, sus propiedades contribuyen a controlar la producción de sebo, haciéndolo apto para todos los cutis, y por último, previene y suaviza las líneas de expresión.

Este es un aceite de rápida absorción, que es rico en vitamina E y cuyas propiedades son incontables, pues, además de contar con minerales y aminoácidos que restauran la dermis, mientras la protege de la contaminación diaria, cuenta con cualidades antimicrobianas y antifúngicas que previenen el acné. Asimismo, aumenta la producción de colágeno algo que contribuye a cicatrización y a hacer de la jojoba, un óleo multiuso que no solo deja una piel de impacto sino también, un pelo sedoso, brillante y sano.