SCHIAPARELLI RTW: MINIMALISMO CON ALMA SURREALISTA
Por María Jesús Sielfeld - marzo 10th, 2025
El escenario estaba listo: el Museo de Arte Moderno de París, un templo de arte y vanguardia, se transformó en el lienzo perfecto para que Schiaparelli pintara su última obra maestra. El 6 de marzo, bajo la mirada atenta de la élite de la moda, Daniel Roseberry desplegó su colección Ready to Wear otoño-invierno 2025-2026, “Lone Star”, un desfile que no solo vistió cuerpos, sino que narró cómo el surrealismo identitario de la marca puede ser más “sencillo”. Gigi Hadid, con una chaqueta negra de crepé de lana y un cuello de piel de oveja que parecía abrazar el aire, abrió el show marcando el tono de una colección que rinde homenaje a la mujer moderna, poderosa y llena de contradicciones.
La inspiración del diseñador estadounidense para esta línea de temporada brota de sus raíces tejanas y de las mujeres que han marcado su vida. Con Lone Star, la casa italiana/francesa reinterpreta el Salvaje Oeste a través de una lente surrealista, incorporando elementos icónicos como cinturones con hebillas sobredimensionadas, botas vaqueras y flecos dinámicos. Sin embargo, estos detalles no son simples guiños nostálgicos; Roseberry los transforma en piezas esculturales que desafían las expectativas. Lo que parece duro y robusto, como un bolso que imita láminas de cobre, es en realidad suave al tacto, mientras que prendas aparentemente ligeras, como una falda de jacquard, adquieren una presencia imponente.
Cortesía Schiaparelli
La colección juega con dualidades: lo masculino y lo femenino, la fuerza y la delicadeza, el rigor y la extravagancia. Siluetas arquitectónicas y volúmenes teatrales se combinan con materiales como terciopelo repujado, piel de ante y bordados de espejo, creando un vestuario que parece diseñado para empoderar. Cada pieza es una armadura moderna para encarnar la fortaleza interior y la confianza. El cabecilla de la marca logra capturar la esencia de la mujer Schiaparelli: una figura que abraza sus contradicciones y las convierte en su mayor virtud.
Con esta colección, Schiaparelli no solo reafirma su lugar como una de las casas más innovadoras de la industria, sino que también envía un mensaje poderoso sobre la autenticidad y la singularidad. En palabras de Daniel Roseberry: “Las mujeres de mi vida son estrellas solitarias: no hay nadie como ellas y nunca podrá haberlo”. Lone Star es una celebración de esas mujeres únicas, una invitación a brillar sin miedo y a abrazar la propia individualidad. Schiaparelli, una vez más, demuestra que la moda no es solo vestir, sino una forma de arte que habla directamente al alma.
Cortesía Schiaparelli
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