En la cultura popular existen personajes emblemáticos. Los cuales han dejado un legado importante en el mundo, que gracias a su carisma seguirán siendo recordados por décadas. Y como la moda es la industria que nos une hoy. Es momento de hablar sobre la icónica actriz Sarah Jessica Parker; la que con su distinguida elegancia y estilo se ha convertido en un relevante referente para los amantes de un impecable estilismo. Por lo tanto, en ISSUE haremos un pequeño recorrido por su historia.

Todo comenzó cuando la actriz estadounidense protagonizó al emblemático personaje Carrie Bradshaw durante todas sus temporadas en la icónica serie Sex and The City. Que además de ser el rol con el que saltó a la fama, ganó cuatro Globos de Oro y dos Emmys por su increíble interpretación. El personaje de Sarah era una periodista de moda –que se inspiró en la vida de la editora, Candace Bushnell­– y que con sus simbólicos outfits, repletos de lecciones de estilo, han propiciado una especie de culto sobre ella.

Entonces, ¿qué significa que Sarah Jessica Parker se está convirtiendo en un personaje de culto? Es sencillo y tiene relación con que su legado en la televisión y en la moda están perdurando en el tiempo. Y por esto trascenderá generaciones. Es decir, que esta legendaria mujer quedará en la cultura popular, y claro, ¿cómo no, si sus vestimentas han marcado un antes y un después en la industria?

Cortesía de Getty Images

Por esto y gracias a cada una de sus apariciones, Sarah se ha convertido en una gran referencia para la moda, que trascenderá generaciones. Su exquisito gusto le ha abierto las puertas en un camino como diseñadora. Y sus outfits han logrado que ella obtenga el título de ícono de moda. Elegante, sencilla y muy innovadora, son las palabras que describen el estilo único y refinado de Parker.

Ahora que conocemos un poco más sobre ella. Solo nos queda admirar y tomar como referencia su irrepetible distinción –claro, teniendo en cuenta que cada persona tiene sus propios gustos y referencias–. Pero para mí, su estilo y elegancia son un sí rotundo.

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