Un clic en obturación de imagen y nos teletransportamos a otra época. Salvatore Ferragamo ha preparado un pequeño clip para demostrar su unión natural con el cine y el arte, y presentar al sello identitario de la firma: Gancini. El diseño de herradura ha traspasado décadas sobre moda y zapatos y esta vez ha escogido la temporada otoño-invierno para plasmarse en las telas de más fina procedencia. Hay una evidente presencia de tonos tierra, gamas de rojo intenso, terracota y mezclilla oscura. El guardarropas divide a hombres y mujeres, pero no se puede dudar que varias piezas son de estilo genderless. Ambos destinados a marcar la diferencia italiana.

Y la idea de cine y fotografía no es en vano. La historia de Ferragamo cuenta con una vinculación prometedora, que marcó un antes y después en su carrera. Su presencia en vestuario y calzado de películas hollywoodenses lo llevó a amar aún más el mundo detrás del proyector. Es por esto que en su nueva producción audiovisual ha comprometido a actores, modelos y bailarines, quienes visten la nueva entrega dedicada a la esencia más tradicional de la maison. El monograma Gancini fue sobrepuesto en una colección que contempla delicados suéteres con y sin cierre. Bolsos, cinturones y artículos de cuero donde la hebilla es infaltable. En el calzado, zapatillas de cuero con variaciones de mezclilla, botas de poca altura y mocasines. 

Cortesía de Ferragamo

Implantar un símbolo en la mente de las personas por tantos años es sólo gracias al talento. Las tradiciones de una historia se van adaptando a los cambios que exige el mercado y eso solo se logra con creatividad. La sesión de fotografías nos recuerda ese espacio vintage que por más que esté excluido por la modernidad, es imposible dejarle. Sobre todo en estos instantes en que la moda va, vuelve y trae consigo las piezas más emblemáticas de las eras pasadas para explotar las tendencias actuales. Ferragamo sabe de historia y trayectoria, más aún llevando ese sello icónico que vive en nuestras retinas.

Cortesía de Ferragamo