No hace falta esperar el fin de semana para regalarte un espacio de Spa en tu propia casa. Basta con contar con un par de velas y un exquisito set de sales de mar para eliminar toda la tensión. No es un mito que este elemento de la naturaleza traiga tantos beneficios para la piel e inclusive sea un liberador de malas energías. Contiene elementos químicos naturales tales como el hierro, calcio y potasio y se recomienda su uso como depurador de toxinas y como un relajante muscular. Es capaz de aportar suavidad y elasticidad a nuestra piel e incluso puede ayudar a prevenir y combatir enfermedades producidas por bacterias y hongos. Sentir que pasas un rato a orillas del mar es posible y más fácil de lo que imaginas.

El mercado ofrece una variedad completa de este producto. Puedes encontrarlo con aromas irresistibles, con aceites naturales, en forma de bola efervescente o de forma pura. También es muy popular su formato en polvo, donde las sales son trituradas y mezcladas con una proteína láctea para obtener un resultado más cremoso. La combinación de estos productos con una tina de agua caliente es, sin duda, una experiencia terapéutica. En minutos se logra apreciar cómo se activa la circulación y disminuye la tensión muscular. La aromaterapia es la mejor forma de maximizar la experiencia. La manzanilla, las almendras o la lavanda estimulan nuestros sentidos. Sumado a una sumergida de sales minerales y una mascarilla facial, tendrás el pack completo en tu propio baño.

Cortesía de Getty Images

Tomar una pausa es más que necesario, y qué mejor que hacerlo en ese momento de limpieza diaria. Y es que un baño de agua caliente es la mejor forma de eliminar el estrés del día y de paso, aliviar el insomnio. Ante esto, la sal de mar se convierte en un aliado bajo y fuera del agua. Más allá de los efectos físicos de la piel, se destaca su beneficio emocional, aportando un efecto de relajación inigualable y otorgando un momento de paz y placer. Además, son muy fáciles de conseguir y pueden permanecer por mucho tiempo guardadas. Y tú ¿ya tienes exfoliante, velas, y mascarilla facial? Pues solo te faltan las sales de mar.

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