PRADA FW23: LA RECONTEXTUALIZACIÓN DE LA BELLEZA
POR CAMILA LAGOS - febrero 24th, 2023“La belleza no está determinada por la estética, sino por la acción: Las prendas son signos, representaciones de la belleza del cuidado, del amor, de la realidad”, comunicaron desde Prada. Una frase que reconceptualiza, reconsidera y redescubre las ideas en torno a la belleza; misma que se consagra a través de la cotidianidad de una colección que encuentra la elegancia en el minimalismo. La maison no falla y bajo un techo móvil que ampliaba y reducía el deposito de la Fondazione Prada, extendió su noción de transformación bajo un nuevo punto de vista. Las paredes industriales se abrieron –metafóricamente– hasta develar la decoración floral que las habita. Algo similar ocurrió con los looks de Otoño-Invierno 2023, que, entre faldas de todo tipo, ocultaron flores, cuya sutileza emanaba la importancia del cuidado.
Precisamente, la entrega llevó por nombre ‘Take Care’, presentándose como una reparación de propósito donde se le otorga un significado a la ropa. Los uniformes se convierten en representaciones sartoriales de cuidado y responsabilidad y los vestidos de novia se transforman en símbolos de amor. La noche tiñe todo con sus propios códigos estéticos y la cotidianidad se ve inmersa en un nuevo lenguaje. Las nociones de ropa de uso diario y de ocasión se intercambian, se yuxtaponen y se entremezclan mediante minifaldas o faldas midi combinadas con suéteres. Looks familiares y en los cuales se podría apreciar a la propia Miuccia en un paseo por Milán o en las pasarelas de Prada o Miu Miu. Lo familiar se encuentra con lo excepcional y cada uno se envuelve en una nueva importancia. “Lo que me importa ahora es darle importancia a lo modesto, a valorar los trabajos modestos, los trabajos sencillos y no solo la belleza extrema o el glamour”, dijo Prada, quien, por un lado, nos recordó que hace un año comenzó la guerra entre Ucrania y Rusia, y por el otro, nos dio esperanzas para el futuro.
Cortesía Prada
Si bien la entrega presentó lirios blancos y casi de origami sobre faldas de todo tipo, también incluyó algunos looks que emulaban el de las enfermeras de la Segunda Guerra Mundial. Vestidos camiseros largos y con colas cortas, incluso uno acolchados que, entre un blanco impoluto, hizo un guiño a la situación que se vive en Europa oriental. A la vez, una alusión al cuidado que las profesionales otorgan y cómo no, el que hila la colección. “La protección del cuerpo a través de la ropa sugiere una tierna preocupación”, agregaron desde la maison, cuyos volúmenes remodelan las prendas exteriores, convirtiéndolas en atuendo de sastre que conceden un confort único. Casi como un capullo que te envuelve y custodia de cualquier peligro externo. La seguridad se manifiesta mediante piezas de cuero y camuza; blazers que se llevan sin camisa y con piezas desmontables. Elegancia y la sencillez de prendas de uso diario, cuya belleza se recontextualiza dentro de una nueva realidad: el minimalismo y la austeridad. Al menos, en lo que respecta a diseños y tonalidades.
Cortesía Prada
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