Si ha existido un vestido polémico, sin duda, es el que lució Kim Kardashian en la MET gala de este año. Y es que, el primer lunes de mayo, la socialité decidió llevar el icónico atuendo de Marilyn Monroe en 1962 para cantarle Happy Birthday a John F. Kennedy. Desde el inicio, la elección de la pieza causó revuelo en las redes sociales. ¿El resultado? Un debate que defiende el valor histórico de los diseños y por qué estos representan la historia de la humanidad.  Y hoy, a más de un mes de la red carpet más importante en la moda, el museo The Marilyn Monroe Collection compartió en redes sociales cómo la emblemática prenda sí quedo con daños.

La elección de este look causó discusión desde el inicio. No solo fue el hecho de lucir una pieza de museo de gran valor histórico. Sino que Kim confesó haber bajado siete kilos en pocas semanas para entrar en el vestido. Esta acción fue condenada en las redes sociales. Ya que supone una actuación irresponsable, que compartió con todos sus seguidores. Sin embargo, y a pesar de trabajar en una figura acorde al tallaje original del vestido, la parte de atrás quedó con grietas debido al forcejeo para subirlo. Además faltan algunas piezas de cristalería. Según la franquicia Ripley´s Believe It or Not! Kardashian uso la prenda original por pocos minutos, para luego reemplazarlo por una réplica, lo que lleva a la pregunta: ¿Por qué no usar un duplicado desde el principio, para preservar así, la pieza inicial?

Cortesía de Getty Images

Toda esta polémica abrió el debate de la utilización de piezas históricas por figuras públicas. Personalmente, considero que la moda refleja a la perfección el contexto en el que vivimos. Las mini faldas surgen de la mano de una ola de feminismo. Las chaquetas de cuero fueron un símbolo de rebeldía y el traje sastre femenino fue sinónimo de rebelión. Estos acontecimientos son grandes ejemplos de cómo lo que usamos tiene un valor social muy importante.  Y por ende, a medida que pasan los años, un significado histórico que enseña la evolución de la humanidad. Así, el vestido de Marilyn Monroe es parte de una historia relevante que no se preservó al ser utilizado por otra persona. Y tú, ¿qué opinas?

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