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Opinión

PARIS COUTURE WEEK: ¿PUEDE LA EXCLUSIVIDAD BRILLAR ENTRE LAS PROTESTAS?

POR CAMILA LAGOS - julio 4th, 2023

Paris Couture Week ha comenzado entre las protestas y los disturbios que aquejan a la ciudad de las luces. A principios de la semana pasada, un policía le disparó a un adolescente de ascendencia argelina y marroquí. Desde ahí, las noches francesas se han visto inmiscuidas por manifestaciones, cuyos de niveles de violencia sólo se han exacerbado con el pasar de los días. Vehículos incendiados, boutiques con ventanales rotos, daños y robos, cuyo balance supera el de los disturbios de 2005, cuando dos adolescentes fueron electrocutados por la policía en el suburbio parisino Clichy-sous-Bois. Sin embargo, en aquella oportunidad fueron tres semanas de protestas.  Una situación que lamentablemente se vuelve a repetir. Esta vez, con llamados al vandalismo donde frases como “¿Vienes conmigo a asaltar Louis Vuitton?” se dejan leer en la esquina de La Canebière y Cours Belsunce.

Tal vez, una frase que data de comienzos de año, cuando LVMH fue atacado en el marco de las protestas por la reforma de pensiones. Como sea, la moda no ha quedado exenta de la realidad país de Francia, al menos, no para las firmas que se limitan al pret-a-porter. Recientemente, Celine canceló su presentación de moda masculina programa fuera del calendario oficial debido a los disturbios. De acuerdo con el director creativo de la firma, Hedi Slimane, era “desconsiderado” realizar un desfile cuando París estaba “desconsolada y magullada”. En cambio, desde la Federación de la Alta Costura y de la Moda manifestaron que la Semana de Alta Costura debía continuar según lo calendarizado. Schiaparelli, Patou, Giambattista Valli, Antonio Grimaldi, Thom Browne -que celebró su debut en el Couture-, Iris Van Herper y Dior fueron algunas de las marcas que inauguraron la semana más espectacular de la moda, pero ¿puede el Couture brillar entre las protestas?

Cortesía Schiaparelli y Patou

Más allá de la excelencia de cada diseño y el arte manifestado a través de textiles y costuras, la Semana de Alta Costura está empapada en un sentido del espectáculo único. Front rows con estrellas de la música y el cine, diseñadores de otras casas, socialités e influencers. After parties monumentales y un mundo de exclusividad que, tal vez, puede herir las susceptibilidades muchas y muchos. En especial en momentos álgidos como lo que se viven actualmente en Francia. La tensión es desbordante y si bien el Couture cautiva con sus modelos artesanales, también lo hace por su lejanía con la realidad. Burbujas creativas sin criticas sociales y más bien, unas deleitosas maneras de celebrar el clasicismo, la tradición y el estatus quo. Esto último, tal vez, sólo por cuestiones de tiempo y preparación o, quizás, porque el Couture es para soñar y sin importar qué, disfrutar del arte detrás de la moda. Después de todo, el show debe continuar.

Cortesía Iris Van Herper y Thom Browne

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