La pandemia provocada por el Covid-19 transformó la cotidianidad de nuestros espacios y vestimentas. Los encierros y cuarentenas obligatorias relajaron nuestras prendas y ahora, tras un año de crisis sanitaria y con esta controlada, nuevas tendencias han surgido. El escapismo, la ropa outdoor y los diseños funcionales, soñadores y por supuesto, confortables, se han apoderado de las calles y pasarelas. Asimismo, el optimismo y la libertad han irrumpido parar crear piezas effortles que, mientras mezclan dejos retro y casuales, se despojaban de la vieja formalidad. Vestuarios que llegan a redefinir la estética con combinaciones atemporales que develan a los pantalones como uno de los trend favoritos de las figuras masculinas.

Tanto la Primavera/Verano 21 como el Otoño/Invierno 21/22 de las colecciones masculinas revelaron un escape, donde el hogar y su comodidad diaria se extienden hasta la calle y la playa. Empaquetarnos en prendas sin movimiento parece ser una idea del siglo pasado y aunque necesitamos volver a vestirnos, la libertad no está en juego. Así, las siluetas holgadas surgen como una elegante opción para re-imaginar los clósets post pandemia. Incluso, son una de las tendencias que dejó el retorno del streetstyle durante la semana de la moda de Paris y Milán en junio pasado.

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Si bien la tendencia de los pantalones anchos venía en auge, con la pandemia estos se convirtieron en piezas extragrandes que -con la soltura propia del verano del hemisferio norte y la crisis climática atacando en lado sur del mundo- aparecen para dejar atrás las restricciones. El clima nos está pidiendo prendas que permitan capear el frío matutino y el calor de las tardes. Temperaturas sobre 23 grados en pleno invierno y los pantalones de pana se presentan como un salvador que divaga entre lo cálido del material y la frescura de lo holgado.

Las prendas de denim se despiden de la hegemonía de los skinny jeans y los cortes sublimados dicen hola a la inminente primavera. Asimismo, los pantalones anchos se dejan encontrar por dejos setenteros y tonalidades neutras, donde el marfil destaca por su sobriedad. Por supuesto, la elegancia se hace presente y a la vez, la estética vintage comienza un futuro definido por la comodidad, funcionalidad y la libertad perpetua de las figuras holgadas.

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