Si la alfombra roja de los Oscar fuera una competencia, este año habría terminado en empate técnico. El Dolby Theatre no solo fue testigo de lágrimas, discursos emotivos y sorpresas en las categorías, sino que también se convirtió en el ring donde las estrellas de Hollywood lanzaron su mejor golpe de estilo. Con más de 200 metros de alfombra (sí, suficiente para hacer cardio) y un año de preparación, la noche se transformó en una pasarela de moda que dejó a todos con la boca abierta. Pero, ¿quiénes fueron los verdaderos campeones de la noche? Aquí te lo contamos, con todo el glamour y un toque de picardía.

Ariana Grande, nominada a Mejor Actriz de Reparto por Wicked, cautivó con un vestido Schiaparelli Haute Couture en tono rosa. Con su falda peplum y corpiño encorsetado, la cantante y actriz demostró que su estilo es tan versátil como su talento. Por su parte, Lupita Nyong’o brilló en un vestido Chanel de marfil bordado con perlas y lentejuelas, un diseño que rescató de los archivos de la maison de 1991. Su elección fue un homenaje al chic clásico, pero con un toque moderno que solo ella podría llevar con tanta gracia.

Demi Moore, nominada a Mejor Actriz por La Sustancia, lució un espectacular vestido plateado de Giorgio Armani Privé. Con su escote pronunciado y cola dramática, Moore no solo reafirmó su estatus como ícono de Hollywood, sino que también demostró que la elegancia no tiene edad. Selena Gómez, por su parte, optó por un vestido columna de Ralph Lauren, adornado con más de 16,000 cristales. Su elección de un diseñador estadounidense fue un guiño refrescante en una alfombra dominada por marcas europeas.

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Elle Fanning estaba deslumbrante con el vestido Givenchy. La actriz de A Complete Unknown canalizó el glamour del viejo Hollywood con un vestido de encaje blanco con escote corazón y lazo negro. Llevó el look al siguiente nivel con un peinado recogido, una gargantilla de Cartier de 1958 y unos altísimos zapatos de Christian Louboutin. Por otro lado, la nominada a Mejor Actriz, Cynthia Erivo, clavó el método vistiendo un vestido Louis Vuitton de terciopelo verde bosque a lo Elphaba con un regio escote, detalle de lazo y voluminosa falda, además de joyas de Roberto Coin y, por supuesto, su característica manicura.

En el lado masculino, Timothée Chalamet sorprendió con un esmoquin amarillo mantequilla de Givenchy, combinado con zapatos de charol y joyas de Cartier. Su look fue una mezcla perfecta entre lo clásico y lo contemporáneo. Colman Domingo, nominado a Mejor Actor por Sing Sing, se robó miradas con un atuendo rojo de Maison Valentino, desafiando las normas tradicionales de la moda masculina. Finalmente, Andrew Garfield lució impecable en un traje marrón de Gucci, complementado con joyas de David Yurman y un reloj Jaeger-LeCoultre.

La alfombra roja de los Oscar 2025 fue un recordatorio de que la moda es una forma de arte en constante evolución. Desde los guiños al viejo Hollywood hasta las propuestas más vanguardistas, cada look contó una historia. Y aunque las estatuillas se llevaron los titulares, estos looks quedaron grabados en la memoria de todos los amantes de la moda. Fue una noche donde la creatividad y la personalidad brillaron tanto como las estrellas que caminaron sobre ese icónico tramo rojo. ¿Qué nos depara el futuro? Si esta alfombra es una pista, podemos esperar más audacia, más innovación y, sobre todo, más moda que nos haga soñar. ¡Larga vida al estilo y a los Oscar, que nunca dejan de sorprendernos!

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