OASI OF CASHMERE: MAD MIKKELSEN EN LA EXPERIENCIA DE ZEGNA FW23
POR CAMILA LAGOS - enero 19th, 202315 segundos son suficientes para que la majestuosidad cobre sentido. A través de una experiencia inmersiva, Mad Mikkelsen fue prueba y testigo de la herencia artesanal de Zegna; aquella que celebra la cachemira y que, para el Fall-Winter 2023, se apoderó de todo tipo de prendas. Pero más allá de la pasarela presentada por la casa italiana, fue el protagonista de ‘Drunk’ (2020) quien se robó las miradas. Con su talante maduro y distinguido, el danés llegó al front-row del evento enfundado en total black look de Zegna. Un atuendo en capas compuesto por un abrigo negro de loang sobre una camisa ligeramente satinadas y un jersey de cuello de tortuga por debajo de esta. En la parte inferior, unos pantalones semi anchos de traje complementaron el look, al igual que unas relucientes zapatillas sin cordones. Todo en un pulcro y unánime negro que, sin quererlo, llamaba la atención. Quizás, probablemente, por la actitud misteriosa y distante que ha cultivado Mikkelsen o tal vez, por ese minimalismo libre de pretensiones que lo hacen tan llamativo.
“El danés más elegante de la historia”. Puede que haber llegado al desfile fumando también haya ayudado a crear esa exquisita estética, en la cual, la suavidad se encuentra con su magnetismo casi insoslayable. El invitado perfecto y la personificación de la elegancia contenida y contemporánea. ¿Su look? Un apartado de lo que fue la colección. Siluetas definidas y dinámicas. Fluidas y ligeras; cómodas, pero sin rozar la deportividad. Y sí, con aquella estampa tan sobria y sofisticada, Mikkelsen descubrió la experiencia inmersiva de la marca. El telón se abre y la artesanía es celebrada. El oasis de cachemir de Zegna, aquella centenaria reserva natural, es iluminado por intermedio de la tradición; misma que deleita al actor con un sutil juego textil.
Cortesía Zegna
Respecto a la colección, esta se movió en bloques casi monocromáticos. Del gris al crema, del crema al negro y del negro al beige, amarillo, mostaza y uno que otro llamativo rojo o azul eléctrico. En total, 57 looks que celebraron la cachemira de una manera innovadora, con lana reciclada ‘Use the Existing’ y abrigos de trabajos, chaquetas a medida y otras de manga corta. Incluso, la entrega incluyó una chaqueta de cuero pintada y doblada a mano, acolchada con plumón y sobre una chaqueta casentino de cachemir. El layering estuvo sumamente presente en la pasarela, tal como si el atuendo de llegada de Mikkelsen hubiese servido de inspiración para Alessandro Sartori o tal vez, como si el diseñador y el actor se hubiesen puesto de acuerdo para plasmar una misma estética. Aun cuando las prendas parecían tener estructuras bien definidas, estas fluían sobre los cuerpos con total naturalidad, sin rellenos ni lienzos, pero con un refinamiento profundo y diverso. Piernas anchas y partes superiores ligeramente ceñidas. En definitiva, el look de Mad como el nuevo estandarte de Zegna.
Cortesía Zegna
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