El icónico vestido de cuadros en blanco y negro de Balmain es mucho más que una prenda: es un manifiesto de estilo que evoca la nostalgia de los picnics en el campo y, al mismo tiempo, reinterpreta el glamour de los años 50. Con una confección impecable en tejido jacquard con lentejuelas, esta version de la pieza es un deleite visual que trae la elegancia clásica al presente. Olivier Rousteing, el genio creativo detrás de Balmain, rinde homenaje a la herencia de la casa al rescatar el espíritu del fundador, Pierre Balmain, y su amor por los jardines y paisajes frondosos, transformando un patrón tan cotidiano como el Vichy en una declaración de sofisticación moderna.

Ideal para los eventos más glamorosos o incluso para una salida nocturna con un toque vintage, este vestido encarna la esencia de la moda francesa con una mirada contemporánea. La silueta estructurada y el contraste bicolor resaltan la figura, mientras que los accesorios recomendados, como el bolso ‘Jolie Madame’ de Balmain, añaden un toque arquitectónico que realza la estética. Este vestido no es solo un must- have, es una pieza de colección que fusiona el encanto retro con la audacia actual, perfecta para quienes buscan destacar con clase y un toque de nostalgia chic.

Cortesía Balmain