El desfile de Moschino FW 23/24 fue un espectáculo para recordar. No por sus prendas como propiamente tal, sino por ser una colección sumamente atrevida y divertida. El show, que tuvo lugar en Milán Fashion Week, presentó una combinación de elementos única, junto con la siempre estética lúdica e irónica por la que la firma italiana es conocida. La propuesta: un desfile desbordante del estilo pop-punk, que se vio claramente en la gravedad de los peinados, los colores de las prendas y las propuestas en los accesorios, con aros, collares, pulseras y prendedores en formato XL, junto con carteras a tono y sandalias y botas en diferentes estilos.

Los abrigos y chaquetas de colores brillantes, en patrones audaces, se combinaron con elegantes vestidos negros y trajes de pantalón. Además, el clásico traje de falda tweed fue reinventado con dobladillos derretidos y pata de gallo trippy. Se presentaron looks más sofisticados y a la medida, como blazers y pantalones clásicos, que esta vez tuvieron detalles inesperados, como puños con volantes y botones de gran tamaño. Cada modelo completó el look con un peinado imponente y puntiagudo, dándole un fuerte guiño al estilo punk. El cuero y el estilo desgastado también se hicieron presente. “Vivimos en tiempos distorsionados”, dijo Jeremy Scott detrás del escenario, y continuó: “Las cosas que parecen familiares no lo son. Quiero decir, ¿no es difícil entender las cosas?”.

Cortesía Moschino

En esta propuesta, el extravagante diseñador presentó su propia versión de una princesa punk, vistiéndola con un vestido lavanda suave con guantes de ópera a juego, solo que, en esta ocasión, están cubiertos con una llamativa variedad de gemas. Por su parte, el pequeño vestido negro fue cortado en cuero y, para rematar el desfile de Moschino, también dijeron sí los estampados florales, junto con transparencias. Un enfoque de rock and roll totalmente visible, no solo en el beauty look de las modelos, sino también en el estilo del propio Scott, que terminó la presentación saludando vestido con una camiseta de AC/DC.

Cortesía Moschino