El pasado 8 de julio se estrenó el reboot de la aclamada Gossip Girl y con elenco e historia nueva, la serie de HBO Max trae de vuelta el cotilleo y la moda del Upper East Side. La élite de Manhattan ha cambiado y los eternos tacones Louboutin o Jimmy Choo de Serena y Blair se convirtieron en kitten heels y zapatillas. El athleisure se ha apoderado de los looks del Constance Billiard y el St. Jude’s School, sin embargo, el preppy se ha mantenido. Con matices deportivos y urbanos, el estilo de esta reemisión se adapta a los tiempos actuales y en una oda escolar, Monse ha presentado una colección lista para ser instagrameada por la chica indiscreta.

Los roles cambiaron y la chica chismosa ahora es… ok, sin spoilers, pero desde el primer capítulo se revela la identidad de nuestra querida GG. Con su revelación resurgen las dudas previas al estreno: ¿será tan buena como la original? ¿podrá igualar el estilo de la edición de 2007? La respuesta es incierta y aunque no queramos compararlas, es -casi- imposible. Una cosa sí está clara; Blair Waldorf jamás usaría jeans rotos, polerones de atletas universitarios o un vestido sin tacones. Sin embargo, Julien Calloway, interpretada por Jordan Alexander o el personaje de Whitney Peak, Zoya Lott, sí lo harían y así lo imaginó Monse. Desde el corazón de Nueva York, Laura Kim y Fernando García plasmaron el espíritu de las protagonistas en prendas preppy confortables que rinden homenaje a Gossip Girl.

Cortesía de Monse

Con un enfoque subversivo, el regreso al colegio se envuelve en un estilo preppy juvenil y atlético que presenta una deconstrucción de lo clásico. Partiendo por la musa inspiradora, todo es diferente. El Upper East Side mantiene sus toques tradicionales, pero los polerones y chaquetas Letterman irrumpen para transformar el Constance Billiard. El vestido suéter de Inside Out Crest también es parte de la colección y es una de las piezas que luce el personaje de Jordan Alexander, Julien. La disciplina estructurada del preppy se transforma mediante siluetas de punto, cardigans de cuello halter y sin hombros, y un denim rasgado, parchado y desgastado. Bajo una visión desenfadada y neoyorquina, los codiseñadores de Monse se unen al icónico Eric Daman y juntos, cuenta “la historia de los días libres de nuestra juventud con un espíritu refinado y rebelde” aseguran desde la firma.

Cortesía de Monse