Cómo olvidar la época escolar y sus múltiples accesorios. Mochilas y cuadernos que marcaron nuestras infancias mediante la representación de nuestros dibujos o figuras favoritas. Piezas increíbles que, a través de siluetas útiles y funcionales, plasmaban el carácter de cada niña y niño, albergando la creatividad y los sueños de la niñez en estuches repletos de lápices y colores. Diseños simples y alargados que sirvieron para transportan los materiales escolares gracias a su amplia variedad de tamaños. Una silueta clásica y nostálgica que de la mano de Mansur Gavriel, se transforma en una elegante y contemporánea cartera.

Con dejos de modernidad y nostalgia, el Pencil Bag neoyorquino es una oda a los días del colegio y presentando “divertidos guiños a la melancolía del accesorio más llamativo de la escuela secundaria” según expresa la firma fundada en 2012, simula ser un estuche escolar de 11 centímetros de alto por 26 de largo y 8 de profundidad. Un bolso de hombro que, a pesar de ser pequeño, es lo suficientemente espacioso para transportar elementos esenciales como la billetera, el celular y las llaves. Además, posee un bolsillo exterior de fácil acceso, cuya hendidura lo hace perfecto para portar el carnet de identidad o una tarjeta.

Cortesía de Mansur Gavriel

Un bolso simple y pulcro que nace entre cortes geométricos y cueros de Spazzolato italiano que le aportan una durabilidad extra a una silueta vintage, cuya forma de baguette, culmina en una moderna y funcional pieza de inspiración escolar. Un diseño liviano donde la contemporaneidad se fusiona con funcionabilidad a través de seis brillantes colores que, acompañados de inflexiones en tonalidades pastel, plasman una actitud clásica, pero juguetona a una cartera reinventada que desborda elegancia y atemporalidad.

Cortesía de Mansur Gavriel