#MODELSREVIEW: RAQUEL ZIMMERMANN, LA MODELO QUE NO PASA DE MODA
Por Andrea Cova - septiembre 23rd, 2024Raquel Zimmermann es más que una modelo; es un ícono dentro de la industria. Con su capacidad camaleónica para transformarse en cualquier personaje que se proponga, la brasileña se ha consolidado como una de las modelos más importantes de las últimas dos décadas. Desde su debut en la moda a finales de los 90, su presencia sigue siendo tan poderosa como en sus primeros días.
Originaria de Bom Retiro do Sul, un pequeño pueblo de Brasil, Raquel fue descubierta a los 14 años mientras caminaba por su ciudad natal. Lo que comenzó como un sueño adolescente rápidamente se convirtió en una carrera meteórica. Su primer gran salto a la fama se dio cuando se mudó a Japón y luego a París para trabajar con las casas de moda más prestigiosas. Desde el principio, la industria notó su capacidad para adaptarse a diferentes estilos y estéticas, un rasgo que la distinguiría a lo largo de su carrera.
El año 2000 marcó el inicio de su fama global. Con su mezcla de rasgos brasileños y una presencia magnética en la pasarela, Zimmermann comenzó a trabajar con marcas de alta moda como Chanel, Gucci, Valentino y Versace. Su imagen se convirtió en sinónimo de elegancia y sofisticación. Fue la musa de fotógrafos de renombre como Steven Meisel, Mario Testino y Helmut Newton, quienes supieron captar su versatilidad y su poder transformador ante la cámara.
Cortesía Getty Images
Zimmermann no solo era solicitada por su belleza, sino por su profesionalismo y por una capacidad única de encarnar diferentes personajes en cada sesión. Esto le permitió convertirse en una favorita de revistas de moda como Vogue, Harper’s Bazaar y Elle, protagonizando innumerables portadas y editoriales. En 2007, alcanzó el número uno en la lista de las 50 mejores modelos del mundo según Models.com, un logro que subraya su posición estelar en la industria.
Lo que distingue a esta icónica modelo es su versatilidad. A diferencia de otras, que son conocidas por un estilo específico, ella puede ser clásica y elegante en una campaña para Chanel, para luego transformarse en una figura rebelde y vanguardista para Alexander McQueen. Su habilidad para adaptarse a la visión de cada diseñador y fotógrafo la convirtió en una musa que podía hacer realidad cualquier concepto.
Zimmermann ha sido el rostro de campañas icónicas para marcas como Balenciaga, Prada y Dior. También ha tenido una presencia constante en las pasarelas de las semanas de la moda de París, Milán y Nueva York, donde su andar seguro y enigmático se ha convertido en una marca personal. Esta adaptabilidad la mantuvo vigente en una industria donde la novedad y la juventud suelen ser las reglas de oro. Más allá de su belleza y de su presencia en la pasarela, su importancia radica en su capacidad para redefinir lo que significa ser una modelo. Representa el arquetipo de la supermodelo que no solo es una cara bonita, sino una artista que interpreta y da vida a la visión creativa de los diseñadores.
Cortesía Getty Images y Roberto Cavalli
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