La mujer de armónica belleza, ojos azules y pelo dorado, desde que era una bebé, se relacionó con el mundo de la moda y la publicidad. Con tan solo meses, fue rostro de una campaña publicitaria de pañales. La supermodelo Josephine Skriver, nació en Copenhague, Dinamarca, en 1993, en el seno de una familia LGBTQ+. Su madre lesbiana se realizó una inseminación artificial con la donación de espermios de un hombre gay. Ambos deseaban tener hijos, concibiendo a la destacada modelo y a su hermano.

Caminando por las calles de la gran manzana con solo 16 años, fue descubierta, cuando el rostro danés visitaba la ciudad con su equipo de fútbol femenino. Esto dio un vuelco rotundo al resto de su vida. Debutó en las pasarelas de la Semana de la Moda de Nueva York el año 2011, de la mano de Calvin Klein y Rag & Bone y de ahí su carrera fue ascendiendo al éxito. En 2013 fue la primera vez que llegó a las pasarelas de Victoria’s Secret, y 3 años después le dieron las icónicas alas de ángel. La modelo danesa ya ha trabajado para múltiples marcas prestigiosas a nivel mundial, como Carolina Herrera, Tommy Hilfiger, Balmain, Chanel, Gucci y una larga lista.

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La supermodelo reconoce tener una gran familia, tanto materna como paterna, en donde su convicción es clara: “El amor, es amor”. Se siente muy orgullosa de ser “un bebé arcoíris”, tal como ella se denomina. A su vez, sus redes sociales muchas veces las ha utilizado para ejercer su activismo, esperando contribuir a la causa. Actualmente, tiene 31 años y recientemente tuvo su primer hijo, marcando un nuevo capítulo en su vida. Josephine Skriver sigue siendo una voz poderosa en la industria de la moda y una ferviente activista por los derechos LGBTQ+.

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