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Woman

#MODELSREVIEW: CARMEN DELL’OREFICE Y SU HIPNOTISMO SIN EDAD

Por María Jesús Sielfeld - febrero 17th, 2025

Imagina subirte a un autobús en Nueva York a los 13 años y que ese viaje cambie tu vida para siempre. Así comenzó la historia de Carmen Dell’Orefice, la modelo más longeva del mundo, cuya carrera abarca más de siete décadas y sigue activa a sus 93 años. Carmen no es solo un rostro hermoso; es un símbolo de resiliencia, elegancia y pasión por el arte de la moda. Su vida es una mezcla de casualidades, esfuerzo y un talento innato que la ha convertido en una leyenda viviente. Pero lo que hace a Carmen verdaderamente fascinante no es solo su longevidad en la industria, sino su capacidad para reinventarse y mantenerse relevante en un mundo que suele descartar a las mujeres después de cierta edad. Su historia es un testimonio de que la belleza no tiene fecha de caducidad y que el verdadero estilo es atemporal.

Todo empezó cuando un cazatalentos la vio en ese autobús y, poco después, a los 15 años, Carmen apareció por primera vez en la portada de Vogue. Era 1946, y aquella adolescente de mirada profunda y cejas definidas no imaginaba que su carrera se extendería hasta el siglo XXI. Aunque su inicio fue fortuito, su dedicación fue absoluta. Carmen no solo posaba; interpretaba. “Siempre me he considerado una actriz muda. El argumento es lo que cuenta una fotografía”, dijo alguna vez. Y vaya que lo demostró: desde las icónicas sesiones con Richard Avedon en las calles de París hasta las fotografías de Melvin Sokolsky, donde flotaba en el aire con la gracia de una bailarina.

Cortesía Getty Images

Pero la vida de Carmen no ha sido un cuento de hadas. Creció en un hogar humilde, con padres inmigrantes que se separaron, lo que la llevó a vivir en casas de acogida. El modelaje no fue solo una vocación, sino también una necesidad: con sus primeros ingresos ayudó a su familia. A lo largo de los años, trabajó con gigantes como Chanel, Rolex y Salvador Dalí, quien la inmortalizó en una de sus obras cuando ella tenía solo 14 años. Sin embargo, su camino no estuvo exento de obstáculos. Relaciones sentimentales complicadas y problemas económicos marcaron su vida personal, pero nunca detuvieron su carrera.

Lo más fascinante de Carmen es su capacidad para adaptarse. A los 26 años, adoptó su icónica melena blanca, un look que desafió los estándares de belleza de la época y que aún la define. A diferencia de muchas modelos, cuya carrera se limita a unos pocos años, Carmen ha desfilado para diseñadores como Thierry Mugler y Gianfranco Ferré, y ha protagonizado campañas para marcas como H&M y Sephora en plena novena década de vida. Su secreto no está solo en su apariencia, sino en su actitud. “La verdadera belleza proviene de dentro”, ha dicho, y lo demuestra con su energía y su sonrisa contagiosa. Carmen Dell’Orefice es más que una modelo; es un ícono que ha desafiado el tiempo y las convenciones. Hoy, a sus 93 años, sigue siendo esa chica que un día subió a un autobús y se convirtió en leyenda. Y lo mejor de todo es que, como ella misma dice, aún no ha terminado de contar su historia.

Cortesía Getty Images

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