Cuando el show de Chanel comenzó, no fue necesario ver el logo de la maison para saber que se trataba de ella. Sin saber que era un especial de la firma, su estilo único y particular le identificaba, permitiendo observar las clásicas siluetas de una sastrería reinventada en todo su esplendor. El evento Métiers D’Art, nos mantuvo por mucho tiempo expectantes de lo que estaba preparando para esta ocasión. El mismo que cada año reúne a sus mejores talentos creativos, artesanos del textil, y a todos quienes se encargan de dar vida a cada detalle que forma las prendas casa francesa. Fue el edificio “Le 19M” el que dio lugar a este fantástico desfile, donde la Alta Costura se hizo notar de inmediato, e incluso con muchos factores inesperados.

Pensar en Chanel, es imaginar siluetas hechas de tweed, sofisticadas y delicadas. Los detalles para la firma lo son todo, y esta entrega buscaba eso. Resaltar a quienes están detrás de cada prenda, preocupados por cada detalle. Reunidos en un solo lugar los bordadores Lesage y Atelier Montex, el orfebre Goossens, el sombrerero Maison Michel, el plumífero Lemarié, el plisador Lognon y el zapatero Massaro vivieron su propio espectáculo. Viendo la colección en primera fila, deleitados por un trabajo excepcional que ellos mismos encabezan. Sumado a esto, un video con ilustraciones alusivas al evento lograba acaparar toda la atención, porque, finalmente, todo comienza con un dibujo ¿no?

Cortesía de Chanel

La colección nos enseña cómo la Alta Costura puede volverse atemporal. Con un toque de modernidad, los looks se componen de prendas con trajes, bermudas de punto, chaquetas tweed, bordados e increíbles y modernos jeans. La presencia de transparencias, trazaban una línea delgada entre la elegancia y lo sensual. Esto, sin perder su esencia propia, y fusionándose a la perfección con telas como el satín de colores intensos. Las joyas fueron el brillo máximo de la jornada. Con el clásico logotipo de la firma, y una impresionante conexión con los looks, robándose todas las miradas. Rudy Ricciotti es el arquitecto que se mantuvo detrás de la creación de esta nueva sede, que hoy se ha convertido en el entorno perfecto para homenajear el talento y la creatividad, todo bajo el sueño de Chanel.

Cortesía de Chanel