Las firmas de alta gama, aunque son reconocidas principalmente en la industria de la moda, han expandido sus miradas hacia nuevos sectores. Además de liderar el mundo del vestuario, muchas casas han incursionado con éxito en áreas como la perfumería, la cosmética y los accesorios, consolidando así su prestigio y presencia en el mercado de alta gama. Louis Vuitton es un claro ejemplo de esta evolución. La emblemática marca ha dado un paso firme en el mundo de la relojería, combinando tecnología, diseño y exclusividad para crear piezas que no solo son funcionales, sino también símbolos de elegancia y sutileza. Sin embargo, su incursión en este sector no ha sido sencilla. Posicionarse en el exigente mercado relojero ha requerido años de desarrollo, innovación y gran trabajo para alcanzar los estándares que caracterizan a la marca. Hoy, Louis Vuitton se ha consolidado como un referente en la alta relojería, demostrando que las casas de moda no tienen límites.

La marca francesa entró al mercado de los relojes en 1988 con su primer modelo hecho de cuarzo llamado Vendôme, cuyo nombre está inspirado en Place Vendôme en París. Luego en el año 2022 lanzó el modelo más conocido hoy en día, el reloj Tambour; un reloj pensado entre el viaje y equipaje, más allá de su estética, la rapidez, funcionalidad y practicidad de tener un fiel compañero en tu muñeca, son sus mayores riquezas. Este año la maison da un gran paso. Por primera vez participará en la LVMH Watch Week, evento que reúne a expertos especializados en relojería. Para sorprender en esta edición, la firma reconstruye su clásico modelo, rediseñando el original reloj Tambour con una nueva caja, movimiento, correa, utilizando materiales más sofisticados para una mejor estética.

Cortesía Louis Vuitton

Ahora en cuanto a nuevas versiones, se encuentra Tambour Convergence. Este modelo está inspirado en relojes contemporáneos, con un aspecto elegante y moderno. Las horas y los minutos se pueden ver a través de dos ventanas esculpidas en una caja, recubierta por cristales de zafiro. Las dos versiones de esta línea se encuentran en tono oro rosa de 18 quilates con caja y asas pulidas a mano junto a una correa de piel de becerro beige, mientras que su otro tono consta de un tono platino con 765 diamantes junto a su correa de piel azul marino. Por otro lado, se encuentra el Tambour Taiko Spin time, caracterizado por una sorprendente tecnología patentada junto a cajas de oro blanco, siendo  7,7 veces más fino que el modelo original.

Cortesía Louis Vuitton