LOS MISTERIOS QUE ESCONDE EL MUSEO DE AZZEDINE ALAÏA
FELICITAS JEFFERIES - enero 25th, 2023“Cuando lo visité me gustó este lado industrial, lo busqué. Habrá de todo en él, es un área muy grande, pero va a estar ocupada por todo, todo”, dijo Azzedine Alaïa cuando adquirió su bloque de edificios en el distrito de Marais, en París, en 1987. Es un conjunto de espacios que se extienden desde la rue de Verrerie hasta la Rue de Moussy. Primero, fue el hotel de los obispos de Beauvais. Luego, durante el siglo XIX, pasó a ser un taller industrial y después el Bazar de l’Hôtel de Ville lo convirtió en sus almacenes. Para, finalmente, terminar en las manos de Alaïa.
La renovación del edificio fue un proceso que tardó más de cinco años, pero estuvo cargada de misterios y descubrimientos. Se encontraron mapas geográficos de regiones distantes dibujados sobre el yeso, sacando a la luz lo que se trataba de vestigios de una pensión alimenticia de finales del siglo XIX. Se trataba de una obra social de Xavier-François Ruel, el fundador de los almacenes de azar de l’Hôtel de Ville (1854), conocido por repartir comidas a las familias más pobres por un bajo precio. Indagando un poco más, Azzedine Alaïa descubrió que la Marquesa de Pompadour, Jeanne-Antoinette, había sido formada en ese lugar, recibiendo toda la educación que le permitió entrar en la corte sin ser de la aristocracia. Su historia la convirtió en una de las fuentes de inspiración del diseñador, siendo también símbolo de mujer moderna.
Cortesía del archivo Fondation Azzedine Alaïa
Recién en 1991 Alaïa dejó atrás su mansión en la rue du Parc Royal para habitar el 18 de la rue de la Verrerie. Dentro del conjunto arquitectónico se encuentra el departamento y estudio creativo del diseñador, los talleres de la firma y la tienda en el número 7 de la robe de Moussy. La primera colección que cobró vida en el nuevo espacio fue la de Primavera-Verano 1992, una oda a la Corte de Versalles y a la Marquesa de Pompadour, que también representó una de las más emblemáticas de la maison. Azzedine Alaïa no solo explota sus dotes, también da visibilidad a otros artistas que admira albergando sus exposiciones, siendo algunos Paul Poiret, Shiro Kuramata, Pierre Paulin, Elsa Schiaparelli, Andrea Branzi, Ettore Sottsass, Bettina Graziani, Kris Ruhs, Jean Nouvel, entre otros.
Cortesía del archivo Fondation Azzedine Alaïa
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