A veces la moda tiene fórmulas sencillas que podemos seguir, además, nos permite contribuir en la construcción de nuestro estilo. Y en casos más arriesgados e innovadores, combinar los estilos universales en uno solo podría ser un acierto. Sin embargo, te puedes estar preguntando cuáles son y en qué consisten. Tranquila, hoy, desde ISSUE te contaremos de qué se trata, para ayudarte en la busca de la definición de tu forma de vestir.

Lo primero es preguntarnos qué son los estilos universales y la respuesta es sencilla. Se trata de cómo construimos nuestros clósets según los gustos y preferencias que tenemos. Por intermedio de la moda le mostramos al mundo nuestra personalidad, quienes somos e incluso, lo que pensamos. En otras palabras, el estilo es la ropa, colores y accesorios nos definen ante el resto. Y como todo en la industria, hay una clasificación que no es casual, y si queremos encontrar cuál es el nuestro estilo debemos precisar ciertos aspectos importantes de la rutina diaria; y sobre todo determinar qué es lo que buscamos comunicar con nuestras elecciones estilísticas. Para esto, y ante todo, te recomendamos definir tus proyecciones, identificar tus propósitos e intenciones con los diseños que quieres usar.

Cortesía de Getty Images

Entonces, el primer estilo de la imagen personal es el natural; y se basa en diseños casuales que buscan la comodidad. Aquí las prendas básicas son las que reinarán en tu clóset. En el segundo puesto está el tradicional, cuyos conceptos fundamentales son: clásico y conservador. Se trata de atuendos atemporales que no siguen tendencias y proyectan elegancia y seguridad. Por otro lado, tenemos el romántico. Un estilo que se caracteriza por ser delicado, cálido y que está repleto de confecciones con encajes, lazos, flores y volúmenes minimalistas de tonos pasteles.

Paralelamente, está la estética elegante; prendas sofisticadas y atemporales son las que predominan en este tipo de imagen personal. Aquí es muy importante la calidad de los diseños. Además, se busca proyectar estatus y ser una referencia de éxito. En el siguiente puesto tenemos al seductor; uno que quiere resaltar los atributos del cuerpo a través de ropa ceñida y sensual. Luego tenemos el creativo y este se basa en prendas sobresalientes. Lo más importante aquí es innovar a través de la moda y atreverse a combinar texturas, estampados y colores. Finalmente, está el dramático; uno que impulsa una imagen personal exigente y muy moderna. Por lo general, las personas que utilizan este último imponen tendencia y son referentes en la industria, tal como Chiara Ferragni. Pero y tú, ¿con cuál te identificas?

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