En la década de los sesenta, el mundo fue testigo de infinitos cambios culturales, donde los movimientos sociales se hicieron presente con mucha fuerza. Mentes creativas, futuristas y arriesgadas, plasmaron en un ambiente frívolo como la moda, los malestares de la sociedad. Así, Yves Saint Laurent fue uno de los diseñadores que revolucionó la industria con ideas innovadoras. El diseñador le entregó a la figura femenina un poco de libertad a través de diseños disruptivos para la época. Mismo que cambiaron para siempre la vestimenta de las mujeres.

Los roles de género y la vestimenta estaban muy definidos en las estructuras patriarcales. Pero paralelamente, surgió una ola de feminismo que pretendía cambiar por completo el estereotipo de la figura femenina, donde las mujeres tuvieran igualdad en temas políticos, laborales y familiares. Siguiendo esta premisa y bajo un ambiente opresivo, Yves Saint Laurent decidió diseñar Le Smoking. La pieza correspondió al primer esmoquin femenino y siendo inspirado en el traje de sastre masculino, fue presentado en el Otoño/Invierno de 1966. Esta idea no fue bien aceptada por la industria y en forma de protesta los críticos abandonaron el desfile. Sin embargo, con el pasar de los años esta prenda se convirtió en un infaltable en el closet de cualquier persona.

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Saint Laurent empezó una rebelión feminista. Sin duda, es una de las grandes figuras en la industria de la moda del siglo XX. Él le entregó poder, elegancia y libertad a las mujeres gracias al esmoquin y hasta el día de hoy, esta vestimenta ha sido sinónimo de rebeldía y glamour. Nociones que se aúnan bajo una dualidad femenina-masculina que el diseñador supo representar a la perfección. Incluso, para una entrevista en The Observer en 1977 comentó que “quería que las mujeres tuvieran el mismo fondo de armario que los hombres”. De esta forma, Yves le permitió a la población femenina vestirse masculinamente, pero sin perder la elegancia.

Así, la moda ha demostrado ser un espacio de liberación y expresión cultural, entregando mensajes poderosos y revolucionarios, dejando de lado la banalidad. Hoy le damos las gracias a Yvest Saint Laurent y a los grandes diseñadores que han empoderado a la figura femenina con sus emblemáticos y revolucionarios diseños.

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