LE RAPHIA: LA LLUVIA DE VERANO DE JACQUEMUS
POR CAMILA LAGOS - diciembre 14th, 2022El último show de Jacquemus y un sueño donde el surrealismo cobra vida. Le Raphia representa el fin de un periodo, aunque claro, no de manera literal. Simón Porte Jacquemus no se retira. Al referirse a Le Raphia como su último espectáculo se refiere al último de 2022. Un final de año épico que, tras varias temporadas lejos de París, devolvió a la firma a la ciudad que la vio nacer. El frío y la itinerante lluvia otoñal del viejo continente se convirtieron en pequeñas tiras de raffia; mismas que cayeron por sobre la pasarela de Spring-Summer 2023 de la firma parisina. Si bien durante 2022 la casa abrió su primera boutique en la capital francesa, los shows se habían apartado del aquel emblemático parisian-chic. No de manera total, por supuesto, pero sí, lo suficiente como visitar la Provenza y hacer de esta un estilo de vida.
El sur de Francia se plasmó en la habitación parisina, donde un par de cortinas de tonalidad beige crearon el ambiente rústico perfecto. Una narrativa envolvente y un minimalismo destellante, que ensalzaba la raffia que caía a través de los aires. Esta vez, la lluvia no mojaba, pero sí nos trasladaba a un verano perspicaz y agudo. El mediterráneo en su máxima expresión y el surrealismo como la tónica de la noche. Maxi sombreros y mini bolsos. Cut outs, transparencias, tiros bajos y formas estructuradas. La colección fue un viaje a los 2000 ceñido por la elegancia y la neutralidad de una paleta que evoca tranquilidad. Aun así, los colores como el naranjo, amarillo y lila igual estuvieron presentes, apoderándose de faldas de tipo pareo y tops en forma de bikinis. Combinaciones exquisitas, suaves y en encantadores tonos pastel que contrastaban con la intensidad del verano e incluso con su propia psicodelia.
Cortesía Jacquemus
Los 70 fueron solo una leve parte de lo expuesto por Jacquemus. El plato fuerte fue el Y2K aunque claro, renovado y lejos de esa mezclar por mezclar. En la pasarela todo combinaba a la perfección. Incluso con la sastrería conviviendo con la raffia o con los cortes extremos, aquellos que maximizaban la piel la exponían por entremedio de punzantes cut outs. Blazers que enmarcaban la figura o micro faldas que revelaban todo a su haber. Claro, el gran protagonista fue la raffia, aquel material flexible y natural, que como una fibra de cáñamo le dio vida al maximalismo de la colección. A pesar de su minimalismo en cuanto a siluetas, los accesorios se convirtieron en una exploración maxi de la firma. Maxi sombreros que abarcaban más allá del cuerpo y maxi aros que se apoderaban de todo a su alrededor. Estos últimos, en sublimes formas de flores que hacían alarde de la esencia de la entrega: la primavera y el verano del próximo año. Por supuesto, estos estaban hechos de raffia, al igual que los bucket bags que colgaban de los codos de las modelos o la lluvia que hacía del surrealismo una nueva máxima. Incluso, algunos tops, faldas y zapatos también presentaron en sí al material de la temporada. Aunque claro, con un toque de sofisticación y sobriedad donde la Provenza dice ser parte del ADN de Jacquemus.
Cortesía Jacquemus
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