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Accessories, Man

LE GRAMME: EL MINIMALISMO DE LOS DIAMANTES PARA HOMBRE

POR CAMILA LAGOS - noviembre 11th, 2021

El minimalismo de un gramo se manifiesta en Le Gramme, la firma francesa cofundada en 2012 por Erwan Le Louër y Adrien Messié. Desde la 123 de la Rue Vieille du Temple del tercer distrito de París, los diseñadores y empresarios plasmaron su obsesión por el arte en joyas que son un concepto en sí mismas. Piezas sencillas, pero a la vez suntuosas, que llevan la delicadeza y elegancia como una extensión que traspasa las nociones de lo masculino. Contrarios a la rudeza de cientos de firmas especializadas en la joyería masculina, Le Gramme es una oda a la delicadeza. Una glorificación de las líneas simples y puras, finas y minuciosas. Diamantes para hombre y brazaletes que fluyen con el cuerpo como explorando cada centímetro de este. Cada espacio y cada gramo, siendo este la fuente de inspiración y creación de todo.

Pulseras que llevan por nombre su peso en gramos y anillos que presentan diminutas incrustaciones de diamantes. Estos irrumpen en las creaciones de Le Gramme con el minimalismo propio de la maison. A la vez, las inunda con una suntuosidad que mantiene intacta la esencia conceptual de la firma; elegancia, simpleza y sofisticación. Lo mínimo se ve ensalzado por las piedras preciosas, que desde el corazón de Francia, reflejan la luz en la cotidianidad. Porque sí. Las joyas creadas por Le Louër y Messié están hechas para ser lucidas a diario, ya sea con un traje de sastre o incluso, con los poleros de Balenciaga x Fornite. En definitiva, son el complemento perfecto para cualquier ocasión. Sus cortes finos se conjugan a la perfección con la minuciosidad pulida de sus acabados. Mismos que varían entre la opulencia del oro, la versatilidad de la plata y hasta la popularidad del acero inoxidable.

Cortesía de Le Gramme

Todos los materiales y formas son trabajados por Le Gramme, expandiendo el minimalismo hasta anillos y collares unificados por la elegancia de lo simple. La funcionalidad también habita en las creaciones de la firma que, transitando entre dejos industriales, se encuentra con una versatilidad tan masculina como femenina. Naturalezas contrariadas que en el fondo son una. Una que se ensambla de manera perfecta y solemne, y en la cual el gramo se manifiesta con una omnipresencia atemporal y eterna. Por su parte, los diamantes también siguen la simpleza de la maison. Diferenciándose de ese imaginario común, donde encandilan con un brillo que, en esta ocasión, da paso a pequeños rayos de luz. Mini gemas que se emancipan de ese antiguo vínculo con la mujer y cuyos detalles minimalistas dicen: un hombre igual puede usar diamantes.

Cortesía de Le Gramme

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