LAS FACETAS DE CHANEL FW 2023/24 HAUTE COUTURE
Por TEAM ISSUE - septiembre 15th, 2023La colección de Alta Costura Otoño-Invierno 2023/24 de Virginie Viard, hecha de contrastes y equilibrio, es el retrato de una parisina sensible pero audaz. Aquí, su singular y menudo indefinible encanto radica precisamente en su gusto por subvertir el academicismo y reunir lo que tan a menudo está separado, clasificado y jerarquizado por conveniencia. “Jugar con los opuestos y los contrastes, con la despreocupación y la elegancia, es como estar en una línea entre la fuerza y la delicadeza, que, en Chanel, es lo que llamamos encanto”, explica la diseñadora.
Lo que viste la parisina, lo que lee y piensa, su propia actitud ante la vida se inspecciona y estudia de cerca. En todo el mundo, por oposición o imitación, da un ejemplo que nutre a los demás. A través del cine, la literatura y la música, su encanto viaja de colección en colección. Por ello, el conjunto de tweeds, gasas de seda, organzas y encajes con incrustaciones, la composición de motivos florales y gráficos, dan testimonio de la efervescencia de un universo creativo rico y femenino.
Cortesía Chanel
“Si estamos en París”, agrega, “y esta vez estamos en el propio París, en el muelle. La calle y los coloridos adoquines exigen sofisticación y sencillez”. Imaginar un desfile de Alta Costura a orillas del Sena, con Vanessa Paradis como la encarnación del encanto parisino, es como un viaje a través de un mundo de imágenes y emociones. Se trata de la permanencia y belleza. Es un símbolo de la energía creativa que fluye a través de la ciudad, su río, romántico, abierto al mundo, serpentea alrededor de los puntos calientes de la historia del arte. El cesto de frutas, apreciado por el arte de pintar, se hace eco del cesto de mimbre favorito de la parisina en la década de 1970, mientras que delicadas flores y frutas silvestres, fresas y moras, florecen sobre el bordado.
Esta nueva colección está compuesta por abrigos largos de inspiración masculina, blusas diáfanas ceñidas con cinturones sobre faldas de tweed dorado con pliegues planos, tops de tirantes preciosos, pantalones y chalecos de hombre de raya diplomática, un vestido largo de gasa negra de infinita ligereza, gafas pintadas y Mary-Janes de dos tonos. En definitiva, es una propuesta que juega con los códigos de Chanel, donde el rigor y asimetría, colores discretos y matices vibrantes, seguridad y discreción son los puntos claves.
Cortesía Chanel
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