LA SUSTENTABILIDAD LLEGÓ A LOS LOGOS: ¿UNA SEÑAL DE CAMBIO REAL?
POR CAMILA LAGOS - julio 26th, 2022
Lo que comenzó como una creación de Virgil Abloh, ahora se transformó en el nuevo emblema de Louis Vuitton; el logotipo, que da forma al monograma LV fue convertido en un símbolo de reciclaje que fue estampado en las nuevas zapatillas de la maison. Disponibles desde agosto y por un precio que se eleva por sobre los 1.270 dólares, no solo representan el interés de la casa por el streetwear, sino también, un compromiso hacía la sustentabilidad donde los materiales reciclados y/o de bajo impacto medioambiental son los protagonistas. Como Vuitton han sido varias las firmas de alta gama las que han introducido este tipo de textiles a sus talleres y, por consiguiente, han modificado sus logotipos en señal de cambio. Pero ¿Es un cambio real? ¿o más bien se trata de una estrategia acorde a los tiempos?
Vuitton perdieron los trazos rectos de su monograma y terminándolo en flechas que apuntan al futuro – metafóricamente – o Valentino haciendo lo suyo con el anillo que rodea su icónica V. Coincidentemente, ambas casas apostaron por la sustentabilidad a través de zapatillas; un guiño social que intensifica el vínculo de las firmas con el streetwear y la comunidad. Por supuesto, #OpenforaChange, la creación de la casa Garavani, incluyó materiales reciclados y de base biológica que incluso se plasmaron en el packing del calzado. Y previamente, en 2019, fue Prada quien reformuló su Symbole, agregando una punta de flecha y un “Prada re-nylon” como señal de su ambición por eliminar paulatinamente el nylon virgen de sus colecciones. Gucci, por su parte, puso frente a frente su doble G, dándole el aspecto del planeta y presentando una serie de embalajes y medidas en pro de eliminar el plástico de un solo uso. Cintas de algodón regenerado, poliéster y papel verde proveniente de fuentes forestales gestionadas de manera sostenible.
Cortesía de Valentino
“El exclusivo color verde del papel al comienzo del proceso de producción disminuye el uso de tintas. Y como no tiene recubrimiento, es totalmente reciclable”, apuntaron desde Gucci. En tanto, desde Valentino comunicaron que: “El valor de una maison no radica solo en su fabricación artesanal, sino también en su compromiso con el bienestar del planeta y su enfoque en una sociedad inclusiva hecha por entidades locales y movimientos globales”, agregando que el “yo” se convierte en “nosotros” mediante un axioma que transita del individuo a la comunidad. Reducir, reciclar, reutilizar; las tres R que dominan a las industrias en la actualidad. En ese sentido, las firmas se han comprometido con el planeta y el acto de renovar sus logotipos es una manera real de demostrarlo. Esto, no solo por ser visible, sino principalmente, por el valor agregado de este tipo de movimientos.
Cambiar los logos y modificar años de historia conlleva riesgos que, sin un interés y compromiso real, puede llevar a las firmas a la hecatombe mediática y lo que es peor, la pérdida del – reacio – público de la Gen Z. “Las marcas más grandes y antiguas creen que deben hacer algo para lucir más a la moda y, con ello, más sustentable”, comentó Milton Pedraza, fundador y director general de Luxury Instituto, quien agregó que, ante esto, deben “enviar una señal de autenticidad” como lo es la modificación de sus monogramas. “Jugar con algo tan icónico como el logo de Louis Vuitton es una película poderosa”, dijo Erin Allweiss, cofundadora de la firma de comunicaciones No. 29. Es una medida sumamente pública; publicidad inteligente que mientras deja entrever transformaciones profundas, incita a consumir aquellos productos con “logotipo sustentable”. Entonces, ¿Es una medida contraproducente? Sí. Modificar los emblemas no es suficiente para ser verdaderamente sostenibles y menos cuando se trata de movimientos que si bien pueden incluir materiales reciclados, invitan a seguir con la sobre producción y el sobre consumo. La moda necesita ralentizarse.
Cortesía de Gucci, Prada y Louis Vuitton
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