Ya sea en blusas, vestidos o en tapados; si de escotes se trata, no hay ninguno más elegante que aquellos que dejan al descubierto la espalda. Un corte simple, sensual y magníficamente sofisticado que, con dejos de atrevimiento y sutileza, transforma por completo las siluetas mediante aberturas traseras envueltas en aires misteriosos que descubren la piel con la suntuosidad enigmática del desvelar sin revelar. Ya sea en forma de V, con lazos o con remates asimétricos, rectos o redondeados, este es un escote clásico, pero que se reinventa cada año, proclamándose como una cisura atemporal que a través de sus múltiples acabados, opciones y texturas, conquista las calles sin importar la temporada.

Cortesía de Givenchy 

Si bien los escotes traseros son ideales para épocas primaverales y veraniegas debido a su frescura, esto no los exime de estar presentes en el otoño y en invierno. La versatilidad de las aberturas traseras permite dejar al descubierto las espaldas, abrigándolas al mismo tiempo. Un juego entre materiales y texturas que transforma hasta las piezas más abrigadoras y confortables, en siluetas sensuales que deslumbran con misterio y sofisticación. Blusas de mangas largas, vestidos o chalecos de lana, las opciones son múltiples, pero comparten la distinción de una abertura trasera que les aporta un toque chic y renovador. Prendas clásicas que, por su supuesto, pueden ser acompañadas de chaquetas, blazers o abrigos para esos días en que el frío cala los huesos. Una sorpresa en que el escote en la espalda se convierte en un protagonista total, tal como lo ha hecho en la colección Spring/Summer 21 de Mugler o en de Fall/Winter de Khaite.

Cortesía de Mugler