LA SENSUALIDAD OSCURA DE HELMUT NEWTON EN BLUMARINE FW22
POR CAMILA LAGOS - marzo 1st, 2022
De una sensualidad ingenua y teñida de rosados a una sensualidad oscura e intrigante. La transición entre el Spring/Summer y el Fall/Winter 2022 de Blumarine no se trata de un simple cambio de temporadas, sino, de un cambio de actitud. Aquella cándida y angelical mujer B se convierte en una vampiresa que explora el glamour entre sedas y látex. “No es solo frívola y sensual, o una ingenua seductora. Más bien, se atreve a explorar lados más oscuros y nocturnos, atmósferas secretas: audaces, provocativas, sexuales”, comentaron desde la firma, que, con una esencia más madura, mantuvo aquellos diseños inspirados en los 2000. No obstante, hubo cambio y el espíritu de Helmut Newton se dejó caer, envolviendo cada silueta en un profundo dejo de misterio y sexualidad.
“Siempre me encantó su trabajo, ¿cómo no? Siempre ha sido uno de mis héroes” mencionó Nicola Brognano entre bastidores. El director creativo encontró la inspiración en el pasado, en los archivos de Blumarine y en una de las tantas campañas capturadas por Newton. Precisamente, en una publicación del Fall/Winter de 1995. ¿La protagonista? Eva Herzigova, quien, en ese entonces, se lució con un vestido de raso negro, ceñido y con una gran apertura que dejaba al descubierto sus piernas. Fue ella misma la encargaba de cerrar la pasarela italiana. Ahora, con un vestido largo, de terciopelo negro, mangas largas, un escote frontal y apertura a la altura del pecho. En esencia, una pieza tan sexy y elegante como aquella con la que fue fotografiada en los 90. La sensualidad que Helmut solía obturar se apodera de la colección y esta alcanza la madurez con una audacia perfecta, sinónimo de seguridad.
Cortesía de Blumarine
El crecimiento de Brognano también se plasma en las piezas. La trayectoria se teje como el paso de niña/adolescente a mujer y Blumarine es una representación de aquellas transiciones. Minifaldas, minivestidos drapeados y ceñidos, catsuits, pantalones a la cadera y sensuales mariposas. Todo sobre diferentes tipos de cuerpos y edades; Lila Grace Moss, Chloe Cherry –directo desde Euphoria– o Mini Andén. Cada una envuelta en un nocturno y provocativo diseño que más allá de compartir esa atmosfera del Y2K, coqueteaba con el erotismo a través de transparencias, sedas y brillos. Los ingenuos rosas de la firma compartieron escenario con unos atrevidos rojos y negros, pero también, con unos encantadores lilas y beiges. Una metamorfosis armoniosa, que, entre tanto homenaje al pasado, rehízo aquel top transparente y con corazones de terciopelo que ocultan los pezones usados por Herzigova en el auge de Blumarine y las campañas de Newton en los 90.
La mujer Blumarine “se abre a una sensualidad poderosa e intransigente, libre de cualquier idea preconcebida sobre la fisicalidad. Ella es consciente de que la seducción es ante todo una actitud”, mencionó Brognano, mientras expuso en la pasarela una sensualidad oscura, que homenajea a uno de los fotógrafos más transgresores de la industria, Helmut Newton. Y lo hace con la elegancia que el artista plasmaba en sus fotografías; un dialogo de cambios, donde el cuerpo se muestra con seguridad, con confianza. En definitiva, la chica Blumarine “ya no es tan bonita y femenina, o al menos, no solo eso. Se ha convertido en una mujer fuerte, sexy, dueña de su cuerpo y poderosa”, según complementó la estilista de la colección, Lotta Volkova.
Cortesía de Blumarine
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