LA INCLUSIVIDAD DE LA EXCLUSIVIDAD: EL LEGADO DE VIRGIL EN LOUIS VUITTON FW22
POR CAMILA LAGOS - enero 24th, 2022“Cuando tu imaginación tiene pulso se forma una espada destellante, que te permite hacer que las cosas ocurran tanto como creas en ellas. Es similar al fuego, pero con propiedades curativas. Muchas personas no pueden verlo, muchas no creen que sus sueños puedan continuar mientras están despiertos. Pero ese destello no pertenece a ninguno de nosotros, no pertenece al hoy, cuando todo ha terminado, incluso nuestro tiempo. Lo dejamos atrás para que otros busquen sus propios sueños. Miro hacia arriba y veo todo lo que fue enviado al cielo. Algunos arden brillantemente mientras otros esperan, pacientemente, para volver”. Así comenzó el último show de Virgil Abloh para Louis Vuitton. Un espectáculo post mortem que consolidó el legado del diseñador fallecido en noviembre de 2021. Un viaje entre la realidad y lo onírico que terminó por redefinir los códigos de vestimenta y donde la inclusividad de la exclusividad expandió los límites de la maison.
Con Virgil al mando de LV todas y todos fueron parte de esa redefinición de la moda; lo exclusivo se transformó bajo nuevos paradigmas, y hasta el Streetwear irrumpió en el pret-á-porter de la maison. La herencia creativa de Abloh rompió con lo establecido y cambió la forma en que la industria se posicionaba en la sociedad. La moda –como todo arte– puede cambiar el mundo y los sueños, la imaginación, son el motor de lo posible. El Otoño/Invierno 2022 de Louis Vuitton Menswear se presentó en The Louis Dreamhouse, un espacio al interior del Creau du Temple de París. Ahí, el surrealismo cobró vida, incluyendo una casa semihundida, con chimenea y una fachada azul cielo que combinaba a la perfección con la cama tamaño king, las escaleras, la ambientación semiespacial y la mesa banquetera en que estaba la orquesta. Esta, por su parte, interpretó las melodías de Tyler, the Creator, quien por lo demás, se paseó a través de la pasarela en una bicicleta con el monograma Vuitton.
Cortesía de Louis Vuitton
La colección es una oda a los sueños que “a través la lente de Boyhood Ideology central de Virgil Abloh, que ve el mundo con los ojos de un niño” según manifestó la maison, “transmuta los códigos de vestimenta vinculados popularmente a los arquetipos sociales y los mezcla de nuevas maneras”. Donde las perspectivas, materiales y técnicas abstraen lo conocido y se expanden hasta nuevos horizontes. Zapatillas clásicas reinventadas, trajes sartoriales con líneas tenues y bien definidas, alas angelicales y la niñez contenida en cada pieza. El FW22 de la maison fue punto culmine, el fin de una historia y el comienzo de otra. Un conjunto retrospectivo y futurista de lo que fue Virgil en Louis Vuitton, quien, con ocho temporadas, cerró – abruptamente – su paso por la moda parisina.
Cortesía de Louis Vuitton
De cierta forma, la entrega se siente como una despedida, como si el diseñador hubiese querido decir adiós con siluetas que revisitaron sus ocho años en la firma. Un high Street fashion que recoge lo mejor de dos mundos y los une en un sueño, donde la imaginación toma forma. Los tonos purpuras, los verdes azulados, los cafés intensos y los estampados barrocos se convirtieron en exquisitos trajes satinados, abrigos o chaquetas estructuradas. Incluso, algunos dibujos animados como el de unos extraterrestres se dejaron entrever entre las siluetas. Parablemente, las lentejuelas y el terciopelo se apoderaron de pantalones cuidadosamente confeccionados. Una combinación de sensibilidades, en la cual el streetwear confluyó con la opulencia histórica de LV. Y mientras los modelos transitaban por la pasarela de The Louis Dreamhouse, unos acróbatas aparecían en la presentación, con saltos y giros que homenajearon espectacularmente a Virgil.
Cortesía de Louis Vuitton
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