LA CIMA DE LA ESENCIA MEDITERRÁNEA
Pía Schleede - agosto 14th, 2023Una matriz caleidoscópica es la base de ‘Mediterranea High Jewerly’, la última colección del imperio Bvlgari que entra en escena honrando la historia, flora y fauna del mar Mediterráneo en un viaje imaginario al corazón del Olimpo. Cada una de sus piezas se viste de color, emocionando con el cariz de sus formas y su inconfundible esencia. Esta colección explora las diferentes facetas del Mediterráneo, dividiéndose en tres universos que hacen referencia a una constelación específica de símbolos, atmósferas e inspiraciones. Fue la polinización cruzada, el eclecticismo y la armonía -como definen desde la propia firma- las claves que dieron paso a ‘Southern Radiance’, ‘Roman Splendor’y ‘East Meets West’, en mayo de este año. Bajo la dirección creativa de Lucia Silvestri, en el gótico y centenario Palazzo Ducale, ubicado a un extremo de la Plaza San Marco, en Venecia, se presentó esta magnífica propuesta ante el asombro de invitados selectos, algunos de los cuales, incluso, fueron escogidos para llevar ciertas piezas que comprenden este nuevo catálogo. En el universo ‘Southern Radiance’ hay paisajes salvajes y jardines floridos con colores brillantes y vivos que entregan una luz cálida y envolvente. Mágicamente cohabitan maravillas de la naturaleza con algunos de los más deslumbrantes hitos forjados por el hombre, tal como es el sur de Italia, que rebosa de una espectacular belleza, capturando la esencia misma del Mediterráneo. Acá nos encontramos con artículos imponentes, como el exuberante collar ‘Mediterranean Muse’, con zafiro central de talla cojín y 15,1 quilates, que acapara el protagonismo por su intenso color. También el collar de platino ‘Southern Sapphire’evoca la maravillosa profundidad del mar. La línea ‘Roman Splendor’, por su parte, ha recogido la herencia de la antigua Grecia, un legado que se manifiesta en Roma a través de su arte, filosofía, el estilo de vida y sus tradiciones, y que la capital italiana ha sabido incorporar, enriqueciendo ese legado cultural con opulencia y majestuosidad. Una serie de espectaculares piezas, entre las que destacan el colgante ‘Roman Esedra’, que rinde homenaje al icónico collar ‘Muse of Rome’ del Bvlgari de los años 70, con una esmeralda de 218,5 quilates.
Las raíces romanas de la casa joyera y relojera han definido su estilo desde que el orfebre griego Sotirio Bulgari fundara en 1884 la célebre factoría italiana. De su visión innovadora, su radical conocimiento de los metales y su inspiración en el arte griego, romano y bizantino antiguo ha nacido una exquisita artesanía con magníficas creaciones y que culmina en la última colección presentada por la marca. ‘East Meets West’ es una respuesta a esa misma curiosidad cultural y a la inagotable herencia que ciudades como Roma o Venecia han construido a lo largo de los tiempos. Entre los diseños más imponentes está el collar ‘Oriental Fantasy’, con una silueta angulosa y notables colores, o el ‘Oriental Buds’y la antigua esmeralda colombiana, de talla cojín y 13,3 quilates, que protagoniza una espectacular pieza de oro rosa. Esta línea de gemas preciosas se presenta como si de un verdadero tesoro habláramos, tejido con exagerada opulencia y que manifiesta cómo dos ciudades sellaron un encuentro entre Oriente y Occidente que ha perdurado infranqueable en el tiempo.
Cortesía Bvlgari
Detalles de joyería
Esta nueva colección es un auténtico viaje a la esencia de la elegancia mediterránea y es el último vestigio de lo que Bvlgari lleva haciendo durante décadas, desde su instalación en esa pequeña tienda especializada en joyas de plata ubicada en Via Sistina, y que ha recorrido un camino inmersivo de creatividad y artesanía, donde pasado y futuro encarnan el espíritu polifacético y sofisticado de la firma. “Es simplemente un lenguaje universal de belleza, que pone en lo más alto el sagrado valor de las culturas”, comentan desde la casa italiana. Cada una de sus generaciones ha resguardado, como el bien más preciado, el espíritu de la marca y ha enaltecido su valor manteniendo en cada diseño y en cada decisión esa herencia de la tierra que quieren enarbolar: el amor por el arte griego, romano y bizantino antiguo. Sotirio Bulgari sentó las bases del estilo único de la boutique desde la formación de la firma, con un arduo trabajo, dedicación a su arte y una mirada única, muy poco habitual en pleno siglo XIX.
Después de la primera tienda en Via Sistina se abrieron nuevos espacios en Via Condotti y en otras zonas frecuentadas por turistas. Luego, fue cuando los hijos de Sotirio, Giorgio y Costantino, se unieron al negocio de la empresa familiar que comenzó a enfocarse en la alta joyería. Parece evidente que contaban con una granvisión que advertía crecimiento y que se refugiarían en el fructífero legado de la orfebrería. Las primeras creaciones de alta gama,en la década de 1920, reflejaron el diseño de la escuela francesa tradicional, incorporando platino y diamantes con un diseño art déco geométrico y estilizado. A partir de la década de 1940 comenzó a emerger el genuino estilo italiano Bvlgari, que adopta los tonos soleados del oro amarillo y las sinuosas espirales de las creaciones Serpenti tan simbólicos de la marca. Ya a mediados de 1950, la firma introduce a sus colecciones combinaciones de piedras preciosas y de colores. Esto vendría a recordar las cúpulas de los antiguos paisajes romanos, donde el ‘cabochon’ o la piedra de corte tradicional y sin facetas se convirtió en un sello distintivo de la casa para glorificar el color vivo de cada gema.
La fama internacional de la boutique italiana comenzó a cobrar vida, siendo un punto de encuentro entre socialités y estrellas de cine. Por eso, la internacionalización hacia Europa y Estados Unidos no esperó más. También llegaron impulsos creativos desde las nuevas generaciones de la familia; estos jugaban con inspiraciones arriesgadas e, incluso, piezas que imponían relatos que pregonaban desde el Lejano Oriente hasta estilos tan diversos como el pop art. Una curatoría de alta gama que las mujeres de la época no podían encontrar en otro lugar. Había una declaración de principios en el diseño de cada pieza, que no tenía precedentes y solo se ubicaba en el alma mater de Bvlgari. Los 80 y los 90 no fueron muy diferentes en impronta y éxito. Con la llegada de Lucia Silvestri, la firma solo fue fortaleciendo su conmovedora capacidad de expresar a través de las joyas. “Busco piedras que me hablen”, dijo Silvestri, asegurando también que no solo se enfoca en el color y el corte de una gema, también busca energía positiva y cierta conexión. Se trata de piezas icónicas y simbolismos que han hecho historia bajo el más puro eclecticismo de Bvlgari que recorre todos los tiempos. Obras de arte en extremo distintivas y versátiles, diseñadas para mujeres empoderadas y con actitud. La utilización de piedras preciosas y semipreciosas, materiales no convencionales y un sinnúmero de innovaciones han sido incorporadas con total naturalidad a joyas y relojes con una creatividad desenfrenada. Algo que solo las grandes manufacturas pueden crear, jugando al límite de la sofisticación y la genialidad.
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