Cuando se habla de bolsos clásicos, uno que nunca puede faltar es el Kelly Bag de Hermès. Fue en 1923 que el creador de la maison francesa diseñó el Sac á dépêches para su esposa Julie. Sin embargo, en la década de 1930, su yerno, Robert Dumas rediseñó el bolso y lo convirtió en una tradición de alta gama y sofisticación, por lo cual se destacó entre los otros de la época.

Sin embargo, el nombre no viene hasta 1956, cuando la princesa de Mónaco, actriz e ícono de la moda, Grace Kelly, lo ocupó para cubrir su vientre de embarazada frente a los paparazzis que la acosaban. Su amor por el bolso fue instantáneo, luego de recibirlo por parte del director Alfred Hitchcock para ocuparlo en la película “Atrapar a un ladrón”, en 1954. Luego de que la imagen de ella con su Sac á dépêches se hiciera conocida, se le empezó a conocer como el “bolso Kelly”, para finalmente ser rebautizado oficialmente en 1977.

Actualmente, el Kelly Bag es considerado uno de los accesorios de alta gama más codiciados por los coleccionistas de moda elevada. Cada uno es único, manufacturados a mano por un artesano, toma entre 18 y 25 horas y lleva 2.600 puntadas. Cada uno de estos es una odisea de conseguir, ya que el atelier de Hermès en París solo toma pedidos dos veces al año, además, el proceso incluye elegir el material, color y tamaño. Sin embargo, también está la opción de conseguirlos a través de subastas, donde su precio puede ser incluso más alto que el de uno nuevo.

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