Recientemente, la multinacional española Mango lanzó una colección inspirada en los signos zodiaco. Se trata de una serie de collares que plasman las constelaciones y las instalan en tu cuello a través de cristales y dijes metálicos. Piezas de zinc y latón que se combinan con tonalidades doradas, bordes irregulares y cadenas finas para impregnarse de las características de cada signo. Una cápsula que mezcla lo espiritual y lo místico de una forma encantadora que no solo nos recuerda el vínculo entre la moda y astrología, sino también, trae de vuelta esta creencia y practica ancestral.

Basándose en la interpretación de las estrellas, esta tradición ha trascendido los tiempos, convirtiendo al cielo en un manto explicativo de los fenómenos terrenales. Así, los tránsitos planetarios por sobre una determinada constelación como la de escorpio o capricornio podrían determinar el presente de las personas. A pesar de que durante el medievo fue duramente castigada, en la actualidad, e incluso bajo cuestionamientos sobre su validez científica, la astrología se ha extendido con popularidad por Europa y América. Una creencia que dando respuestas ante la incertidumbre provocada por la pandemia del Covid-19, ha vuelto a estar vigente.

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Los vínculos entre la astrología, la moda y los accesorios son una forma de escapismo que se ha prologado desde épocas inmemoriales. En 1937, Elsa Schiaparelli se refugió en el zodiaco para su colección de otoño y esta, fue un encuentro celestial hilado por el sistema solar y las constelaciones. En 2015, Emilio Pucci plasmó el cielo en sus botas y chaquetas otoñales. Mientras que en 2017 los signos zodiacales se tomaron la Alta Costura de Dior y las prendas masculinas de Balmain Fall 2020. Una tendencia perpetua, donde el estrés y la incertidumbre se unen en búsqueda de respuestas que conecten el “yo”, el presente y el universo. Explicaciones que, sin duda, han sido necesarias en estos tiempos pandémicos.

En 2018, Vetements presentó una cápsula compuesta de 12 piezas inspiradas en el zodiaco y cada una respondía a las características del signo. Una línea que siguió Fendi y su Prefall de aquel año que con colgantes zodiacales encantó al mundo. Las figuras representaban a los signos y bajo un misticismo inexplicable, atraían las miradas de aquellas/os se siente identificados por su carta natal. En 2013, Dior -que suele encontrar la inspiración en la naturaleza- también tuvo su momento y con cadenas y dijes de gran tamaño representó a los astros. Lo mismo hizo Louis Vuitton con una serie de aros que se apoderaron del 2020. Así, la eterna y magnética energía astrológica converge en accesorios que, inspirados en el horóscopo, manifiestan el yo mientras explican un sinfín de fenómenos.

Cortesía de Fendi, Dior y Joyería Suárez respectivamente