Deslumbran en las alfombras rojas hasta dejar sin aliento. En festivales de cine y ceremonias, diversas casas exhiben impresionantes collares, aros y pulseras confeccionados por artesanos cuyo único propósito es la perfección. En tanto, muy lejos de los flashes, Bvlgari, Chopard y Louis Vuitton implementan programas de ayuda para personas afectadas por crisis humanitarias. Según informa UNICEF, cerca de 250 millones de niños en el mundo se enfrentan a desastres naturales, conflictos violentos y epidemias. La tarea es ardua y algunos ya tomaron la iniciativa.

Por ANDREA LEÓN P.

Fotografías gentileza BVLGARI, CHOPARD y LOUIS VUITTON

Bvlgari es Roma. Desde 1884, cuando el platero griego Sotirio Bulgari fundó su tienda, se han plasmado en sus creaciones los códigos estéticos, volúmenes y geometría de esa ciudad. Grandes estrellas del cine, desde Elizabeth Taylor, Audrey Hepburn, Grace Kelly, Ingrid Bergman y Anita Ekberg, hasta Zendaya y Anna Hathaway, que protagonizaron la reciente campaña de The Garden of Wonders, han lucido obras de Alta Joyería de esta marca, escribiendo varios capítulos en la historia de la moda. Toda esta fiesta de vibrantes esmeraldas, zafiros, brillantes y manufactura fabulosa se complementa con la labor benéfica que favorece desde hace 13 años a Save the Children, dedicada a la defensa de los derechos de la infancia a nivel global. Gracias a las ventas de una colección inspirada en la icónica línea B-zero1 en plata de ley y cerámica negra, se han recaudado 100 millones de dólares, beneficiando a más de dos millones de niños en 36 países. Además, esto implica la capacitación de 68.000 profesores y 5.000 actividades en escuelas ubicadas en zonas de conflicto, emergencia o pobreza extrema. Asimismo, 400 empleados de Bvlgari han visitado los sitios donde se ejecuta el proyecto y cerca de 250 celebridades, como Úrsula Corberó, Lily Aldridge, Jon Kortajarena y Adrian Brody han sido embajadores de esta noble causa.

GEMA DANZANTE

La pasión por el séptimo arte es la inspiración de la copresidenta y directora artística de Chopard Caroline Scheufele, quien en 1998 rediseñó la preciada Palma de Oro, que se otorga en el Festival de Cannes, transformándola en una joya espectacular. Esta marca protagoniza cada año la alfombra roja de Cannes para hacer un tributo a la belleza a través de sus musas: Cate Blanchett, Charlize Theron, Julia Roberts, Julianne Moore, Marion Cotillard, Lupita Nyong’o, Isabelle Huppert, Catherine Deneuve y Jane Fonda. En el ámbito filantrópico, Chopard asoció su línea Happy Hearts, que encarna sus valores y espíritu altruista, con entidades como All Hands and Hearts Fundation, que reconstruye escuelas destruidas por catástrofes. Para esto, Scheufele ideó una pulsera de edición especial de oro rosado de 18 quilates, con un corazón rojo y un corazón con el icónico diamante danzante de la firma, cuyo lema es “los pequeños diamantes hacen grandes cosas”. Mientras, una pulsera adornada con un corazón de nácar rosa apoya a Naked Heart Foundation, que favorece a niños con discapacidad de ONG’s rusas y con sus relojes L.U.C XP contribuye a la fundación contra la leucemia José Carreras.

EL SELLO DE VIRGIL ABLOH

Con la campaña #MAKEAPROMISE, las pulseras y colgantes Silver Lockit, de Louis Vuitton, diseñadas por Virgil Abloh, han permitido recaudar 14 millones de dólares a favor de UNICEF. Así, en los últimos seis años ha sido posible atender, desde el punto de vista sanitario, educacional y social, a niños en Afganistán, Bangladesh, Jordania, Nepal, Siria, Ucrania y Yemen. Inspirado en el tumbler lock, inventado por Georges Vuitton en 1890 para guardar las valiosas pertenencias de sus clientes, el candado simboliza la promesa de apoyar a los niños en situación de riesgo. La pulsera está disponible en plata de ley o cordel orgánico negro, celeste, rosa, amarillo y arcoíris. El candado y el logo circular de la firma se pueden elegir en plata reciclada o titanio. Cada año se presenta una nueva versión.

MEDIO AMBIENTE Y DERECHOS HUMANOS

Entre otras experiencias interesantes destaca DoDo, que colabora con la regeneración de arrecifes de coral en Tioman, Malasia, afectados por el cambio climático y el exceso de turismo. En la misma zona realiza acciones de recuperación de un bosque de manglares, ecosistema amenazado y esencial para el planeta. Además, coopera con WWF Italia en la protección de un jardín de mariposas y de las tortugas mediterráneas en peligro de extinción. En tanto, la Fundación Cartier favorece a 80 organizaciones en 34 países, con una inversión de 100 millones de francos suizos en la última década. Su compromiso es mejorar la calidad de vida de comunidades vulnerables, principalmente en África y Asia, con planes de servicios básicos, bienestar social y económico femenino, sistemas sustentables y asistencia a refugiados. Finalmente, Fundación Chanel trabaja desde el año 2011 con la misión de acabar con las discriminaciones hacia las mujeres, defender los derechos humanos y construir una sociedad más inclusiva, donde cada persona desarrolle plenamente su potencial. Ha favorecido a 500.000 mujeres en 40 lugares del mundo, mediante programas de capacitación, salud, empleo y generación de negocios. Así, se transmite el legado de Gabrielle Chanel, quien en su época superó obstáculos y prejuicios gracias a su creatividad y espíritu emprendedor. LEE MÁS EN ISSUE #45 SUSCRÍBETE AQUÍ