“Esta noche no es para hablar de moda, sino que a través de ella” fue el mensaje que entregó el diseñador ucraniano Jean Gritsfeldt en un video, justo antes de que comenzara el desfile de su última colección. Su país continúa bajo un contexto aterrador: la guerra. A pesar de su inevitable ausencia física en el show de la Semana de la Moda de Berlín, quiso estar presente. Mientras se mantuvo en un refugio aéreo, pensó en cuán innecesario es el sentido de la moda cuando se trata de un conflicto bélico. Sin embargo, no podía perder la oportunidad de formular un mensaje de lucha por medio de su mejor arte. Fue gracias a distintos diseñadores provenientes de Alemania, que esta poderosa colección logró salir a la luz. El inicio de esta entrega jamás contempló una situación tan lamentable e inesperada, pero hoy, Gritsfeldt sintió que podía utilizar el vestir como una forma de sensibilizar al mundo.

Su intención es expresar el dolor y la angustia, y darle un sentido. Así, representa el amor, la bondad, y la libertad como una propuesta a modo de defensa. En un llamado de auxilio a Alemania, varios diseñadores se ofrecieron como voluntarios a construir esta colección. Muchos de ellos, describieron el trabajo en conjunto como una experiencia enriquecedora. El seguimiento fue a través de videollamadas, y desde el primer minuto sintieron la responsabilidad de dar en el clavo con las ideas de Jean. Los cortes eran sencillos. Hubo camisetas, blusas y vestidos en tonos neutros, con frases en tamaño grande en el centro. Con una modelo pintada por completo en color rojo, se logró comprender de qué se trataba la historia que Jean le quiso contar a sus espectadores. Incluso, muchos de los modelos llegaron con los ojos cubiertos de lágrimas y claramente, su rostro figuraba la mayor tristeza.

Cortesía de Jean Grisfeldt

Su trayectoria en Ucrania es destacable. Gritsfeldt convirtió su poder de los vestidos extravagantes y ha tomado el camino de la moda activista. Hoy vive en carne propia los efectos desgarradores de una guerra de mundos y siente que puede contribuir con un grano de arena. Ha decidido donar sus ganancias a una organización ucraniana en ayuda a los que más lo necesitan y a la distancia ha dado un grito de esperanza. “La unión hace la fuerza” dijo Marcus Kurz, uno de los organizadores de la Semana de la moda de Berlín. Luego de una reflexión de si realizar la celebración o no, decidieron ser parte de una transformación hacia una instancia benéfica. Muchos diseñadores se solidarizaron en ayuda al pueblo ucraniano. La revolución de Jean se sintió a flor de piel. Su colección causó asombro y nostalgia, sin embargo, representa el poder de una industria que más allá de solidificar prendas, puede llegar al punto más sensible del alma.

Cortesía de Jean Grisfeldt