Sin duda los 90 fue una época trascendental en el mundo del modelaje y la moda. “La década dorada” trajo consigo el concepto de supermodelo, en el que las musas eran consideradas “estrellas del rock”, y sus nombres eran reconocidos a lo largo del mundo. La argentina Valeria Mazza posicionó a América Latina en la industria de la moda, al ser la primera supermodelo de la región. Hoy, se caracteriza por ser una mujer multifacética, apasionada por la natación, la acción social y la maternidad.

Su llegada al modelaje fue con tan solo 14 años. A los 17 se mudó a Buenos Aires para estudiar Terapia Ocupacional, mientras que, en paralelo continuaba su carrera como modelo. Un año después, apuesta por irse a Europa, y acertó. Fue el mismísimo Gianni Versace quién le ofreció su primera oportunidad en las pasarelas internacionales, específicamente en Milán, convirtiéndose en una de las musas del diseñador italiano.

De ahí en adelante su nombre comenzó a sonar en la esfera pública y las firmas más importantes de la industria. Su espectacular desplante en las pasarelas se pudo ver en los desfiles de Versace, Armani, Ferré, Ralph Lauren, Donna Karan, Valentino, entre otras. Solo en la década de los 90 alcanzó a estar en la portada de 550 revistas de todo el mundo, posicionándose como una de las supermodelos de la época. Incluso la llegaron a llamar la “Claudia Schiffer argentina”, por su increíble parecido con la alemana.

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