No correr riesgos es a veces la dirección correcta. Lo demuestra Saint Laurent en su nueva colección masculina, que se ha basado en básicos e infaltables que nunca fallan. Ha sido la tónica la inspiración en épocas pasadas y en esta ocasión se trata de los años 80. La elegancia está puesta sobre la mesa, a través de lo mejor de la sastrería. Hay prendas que son la definición de formalidad, sin embargo, el trabajo de Vaccarello también apunta a derribar las trabas que encasillan el vestuario para hombres de oficina, y llevarlo a otro nivel.

El diseño de los patrones de cada una de las solapas es impecable. Incluso cuando se trata de pieles, que no podían estar ausentes en esta interpretación del pasado. Y aunque muchos hablan del fin de las prendas holgadas y del retorno del reloj de arena, Saint Laurent mantiene la idea de que se puede combinar la comodidad con la elegancia. Hombros marcados y espalda ancha que están hechas en colores que no sobrepasan el violeta y se quedan el sombrío, pero, perfecto gris y negro.

El rumbo estético se basa en la cultura francesa, desde donde se originan las tendencias para el mundo. Incluso si se trata de ropa para hombres, que en esta versión, se ha inclinado en lo tradicional pero con un toque moderno especial. La mezcla del pasado y futuro es evidente y en su justa medida. Sofisticación que supera todas las expectativas sin necesidad de exagerar. Es una colección lista para llevar, no es por nada que Saint Laurent fue pionero en el prêt-à-porter.

Fotos cortesía Saint Laurent